Compartir mis apreciaciones sobre el espectáculo del V Aniversario del evento Let it Shine no va a ser sencillo.
Primero, por razones de espacio, y segundo, porque sucedieron tantas cosas sobre el escenario del Teatro Nacional que, precisamente, este lugar resulta poco para poder realizar una evaluación exhaustiva de la producción. Así que sin más preámbulo vayamos al grano.
El festival de música
Reúne a los principales exponentes de la expresión coral religiosa del país, pues no se limita única y exclusivamente al
Let it Shine es un evento exitoso y el triunfo de su propósito se debe al contenido mismo de su expresión. Estamos siendo testigos, espectadores y protagonistas, de una convocatoria humana alrededor de preceptos positivos, constructivos y forjadores de mejores espíritus, mínimo de personas con nueva actitud hacia la vida. En este sentido Let it Shine es un evento vivo, energético y regenerador.
El grupo anfitrión, es decir el quinteto vocal Master Key, pasa por un gran momento interpretativo. No hay duda posible al respecto. Profesionalismo, calidad y, sobre todo, algo que resulta evidente, hay mucho estudio y ensayo. Ellos son escuela y punto de partida. Querer superarlos es toda una faena.
En algunos momentos me incomodan algunas de sus pistas musicales en las que las estructuras del pop, en mi opinión, salen sobrando. Comprendo su uso y puedo apreciar el resultado en el gran público, pero en lo personal les disfruto más en el formato
La participación del grupo Chepe Blues fue muy bien recibida. Este grupo de jóvenes amantes del
La evolución de cada uno de ellos es asombrosa y constante, tanto que ya se perciben los rasgos emocionales, que hacen la diferencia entre un músico solamente técnico y aquel otro que se atreve a exponer el alma haciendo música.
El tributo a Ray Charles, que ofrecieron como parte del programa, fue impecable, a pesar del nerviosismo y respeto por la casa que pesó en estos jóvenes artistas.
Quisiera poder referirme a cada uno de los integrantes de Chepe Blues, pero el espacio no me lo permite. Solamente quiero invitarlos a que acudan a alguna de sus presentaciones y confirmen, así, su gran nivel interpretativo.
La quinta edición de Let it Shine contó con dos coros de trayectoria: Heaven’s Whisper y el de la Universidad Técnica de Alajuela.
Con el primero me parece que la versatilidad de los arreglos sería más contundente si el grupo tuviera una línea más de voces masculinas, aunque supere así a todas las femeninas.
El segundo coro, menos audaz en sus propuestas, resultó ser más melódico y convencional en su expresión, pero cuenta con maravillosos solistas que están bien acuerpados por el resto de la formación. En todo caso, la propuesta de este coro es limpia y agradable.
Finalmente, y como plato fuerte, el grupo anfitrión formó un supercoro que, bajo el nombre de Gospel Voices United, podrían dar mucho de qué hablar y escribir de continuar funcionando.
Los arreglos de las piezas interpretadas no fueron sorprendentes sin embargo la energía y proyección del mismo contribuyeron a crear un gran impacto en la audiencia. Quedamos, entonces, a la espera de un nuevo Let it Shine y continuar brillando.