Los españoles Ana Belén y Víctor Manuel regresarán esta semana al país a ofrecer dos conciertos.
El viernes 22 y el sábado 23 de abril, en el Teatro Melico Salazar, se presentarán como parte de la gira Canciones regaladas.
Este espectáculo lleva el mismo nombre con el que rindieron homenaje a voces tan variadas como Rubén Blades, Leonard Cohen y Alaska y Dinarama.
Aún quedan entradas disponibles para ambas presentaciones. Los precios van de los ¢25.000 a los ¢73.000.
Puede comprar los boletos en specialticket.net, llamando al 2528 -8778 y en puntos Servimás.
En esta entrevista, la pareja de esposos comenta su reencuentro en el estudio 30 años después de Para la ternura siempre hay tiempo –disco en el que grabaron La puerta de Alcalá –.
¿Cómo fue la experiencia de reencontrarse en el estudio?
Ana Belén: Ha sido muy agradable porque no solo he estado al lado de Víctor grabando canciones que elegimos nosotros, sino que, además, la producción del disco y los arreglos de las canciones los ha hecho David San José, que es nuestro hijo.
”Trabajamos con mucha facilidad porque ya hemos colaborado desde hace unos años con él. Se creó un ambiente muy agradable y relajado, muy de que todos sabíamos lo que estábamos haciendo, muy de equipo, y eso es estupendo.”
Víctor Manuel: Hacía 30 años que no hacíamos un disco de estudio juntos. Hay claras diferencias con el disco previo. El anterior era un doble LP en el que cantábamos juntos nada más tres canciones de todas las que hay en el disco; era un disco de cada uno. En este caso no, estamos en las canciones mano a mano, desde el principio.
¿Cómo fue la escogencia de las canciones?
VM: Ahí hay canciones buenísimas, porque son todos grandes autores. Destacaría la canción de Rubén Blades, el Aleluya de Leonard Cohen, El último trago de José Alfredo Jiménez, todas canciones extraordinarias. Nos gusta todo tipo de música, con tal de que sea buena e inteligente.
AB: Hubo consenso escogiendo las canciones, sobre todo las que cantábamos juntos. Pero luego están las canciones que cada uno grababa solo, como yo, que me empeñé en cantar Cómo pudiste hacerme esto a mí de Alaska y Dinarama, una canción totalmente diferente a como la hemos grabado con nuevos arreglos.
”Otra que canto, Los pájaros perdidos , del argentino Astor Piazzolla, es una canción bellísima y sin embargo es un empeño muy de Víctor, que me dijo: ‘Grábala, es muy bella’, y bueno, lo hice.
¿Mantienen una búsqueda por nuevas canciones y nuevas voces?
VM: Trato de estar al día, de escuchar gente nueva, pero en general el oyente de radio y televisión se ha vuelto muy conservador, más que los artistas, y por eso solo quiere lo que ya conoce, lo que ya tiene masticado y eso es malo para el surgimiento de artistas nuevos.
¿Ha cambiado la filosofía, la forma de hacer canción con respecto a cuando usted empezó, en los años 60?
VM: Ha cambiado, porque no hay tanta receptividad. Cualquier joven que quiera hacer ahora una canción con intenciones políticas sabe que está condenado a no sonar en ninguna emisora, a no aparecer en la televisión, algo que en otra época no pasaba. Creo que era una sociedad infinitamente más abierta, con menos conocimiento del que ahora tenemos, pero mucho más permeable a todo lo que tenía alrededor.
”Ahora todo ese mundo se ha cerrado hacia adentro, como un erizo que se encoge y enseña los pinchos, y eso hace que sea muy complicado para cualquier nuevo autor combativo o que quiera decir lo que piensa.
¿Han cambiado sus filosofías como artista?
AB: Creo que el impulso es el mismo desde el primer día. Quienes nos subimos al escenario tenemos necesidad de comunicarnos con la gente, de provocarles emociones y de que te quieran. Creo que todos los que subimos a un escenario decimos ‘quiéranme’. Con los años me he dado cuenta de que no puedes gustarle a todo el mundo y esa es de las primeras cosas que se deberían aprender en esta profesión, que hay disparidad y para eso están los colores: para que haya disparidad de criterios y gustos.
”En esta profesión uno debe estar preparado para todo. Una carrera tan larga como la nuestra se hace de las veces que has fracasado, porque no eres dueño de los éxitos, no puedes pensar que porque has tenido un éxito, el siguiente será igual. No es así. Es una profesión hecha a base de dudas.
VM: No he cambiado, porque tengo la carrera hecha. Puedo seguir haciendo canciones, aunque no tenga la exposición de un joven que empieza y que quiere demostrar que está en el mundo. Para mí es más fácil el recorrido.
¿Qué se puede esperar de los conciertos en Costa Rica?
VM: Presentamos varias de Canciones regaladas y el resto del concierto cantamos las canciones que la gente espera, las más conocidas del repertorio. Lo hacemos a lo largo de las dos horas y media del concierto. Cantaremos Derroche, El hombre del piano, La puerta de Alcalá, Contamíname.