Pasaron 34 años para que el guitarrista Alberto Chaves trabajara para sí mismo, pero le llegó, al fin, el tiempo para El poder del cielo.
¡Cuánta agua corrió bajo el puente de una carrera tan intensa como la suya! Primero mató fiebre desde los años 80 fundando grupos claves para el rock nacional –Distorsión, CDO, Drama y la abridora de brecha en lo cristiano, Sin Paredes–. Luego descubrió el hipnotizante, y nada mal pagado, mundo de los los jingles y la música para comerciales de televisión –ha hecho unos 250–.
En medio de todo estuvo de cabeza trabajando como productor para otros artistas, y como músico de estudio también. De esa fuerza suya laboral se nutrieron álbumes de Drama (Costa Rica y Todos quieren vivir), de la colombiana Claudia Lorelle (Multitudes de estrellas, Lugar secreto, A tu imagen), de Distorsión (Distorsión, 2007) y de Andy M (Sueños y fusiones), entre otros.
Es que entre álbumes que ha producido, en los que ha tocado o aparecido, la discografía de este guitarrista y compositor asciende a 34 obras.
Y todo eso, más el hecho de que sus hijos (Jesús y Fabiola) debían crecer, pasó antes de que le llegará el tiempo adecuado –él lo llama “el tiempo de Dios”– para que lanzara su primer disco solista.
El poder del cielo, como se llama su opera prima, fue terminado a finales de diciembre pasado. Pero su fecha oficial de lanzamiento será el próximo 25 de febrero en la serie Rock en el Farolito, que produce DMP para el Centro Cultural de España, en San José.
¿Le atormenta acaso a Alberto Chaves que pasara tanto tiempo? Para nada. Queda claro cuando lo expresa así: “Lo que pasa es que Dios tenía otros planes y fue transformándose en otra cosa”.
Es que así como Chaves hizo, y sigue haciendo un trabajo feroz en él rock “habitual”, también lo ha hecho en la música cristiana, pues es un hombre de fe firme, de declarada conversión y evangelización.
Asunto de familia.Desde el 2002, Alberto Chaves hablaba de hacer su disco solista. Pasaron discos ajenos hasta que un buen día su familia presionó lo suficiente como para que lo concretara.
Y lo que empezó siendo una obra individual, terminó siendo un proyecto familiar.
Alberto toca la guitarra eléctrica y acústica, el piano, las secuencias y algunos bajos y pone la voz en los dos temas que son cantados (En tu presencia y Lo que él prometió); su hijo Jesús toca la batería y comparte créditos con su padre en la ingeniería de grabación y su hija Fabiola –que en palabras de Chaves “ama el jazz”– toca el bajo y hace los coros en Rocadrama.
Es cierto en ellos que lo de la música lo llevan en la sangre, pero también el hecho de que esta sea una obra familiar tiene que ver con el credo y la forma en que lo practica cada uno de ellos.
“Soy cristiano y, como cristiano que soy, la familia es muy importante. La familia es la parte que a Dios le interesa reforzar y en este momento, donde nadie cree en nada, era importante hacerlo juntos. Compartimos un don que Dios nos ha dado”, contó Chaves.
El poder del cielo, en sí mismo es una obra artística. Lo es en la medida en que tiene dejos de progresivo, rock fusión (hacía el jazz y el funk) con toques elegantes de sonido duro; y es obra artística también en la medida que reune composiciones creadas por Chaves en diferentes momentos de su vida.
El poder del cielo es también una obra filosófica. Es un vistazo, por 11 temas, a las creencia de Alberto Chaves con respecto a una fuerza superior
El título del álbum, que de paso lo toma prestado del nombre del siete del mismo, lo resume todo.
“El poder del cielo simboliza todo lo que el poder de Dios puede hacer en un cristiano. Es la capacidad que Dios le pone a la gente que lo acepta. Una persona que no tiene el poder de Dios es una persona que anda por ahí gastando tiempo. Los dones son parte de eso que Dios nos da y este disco es eso: el poder que Dios nos da para hacer esta obra”, dice.
En términos de virtuosismo, El poder del cielo contiene un solo tranquilo, pero feroz, como suele ser la firma de Chaves.
Fundamentales.En El poder del cielo, todos los temas son importantes, pero también hay temas que son fundamentales.
Además del que da título a la obra está En la cruz, que fue compuesto por Chaves para uno de los discos más importantes del rock cristiano tico, Hechos de barro (1997), de Sin Paredes. Aunque dejó de ser parte de esa alineación, su mano fue fundamental para madurar la trayectoria del grupo.
Al retomar En la cruz (que por cierto cierra el álbum) revive también su concepción. “Esa pieza nació en una Semana Santa. Empecé a frasear unos acordes y llegó esa melodía. Después me di cuenta que necesitaba una primera parte, que era la que hacía referencia a la muerte de Jesús. Hay una anécdota curiosa con ese tema. Lo estaba grabando y había un músico por ahí; no le había dicho nada de la pieza y se acercó y me dijo: ‘mirá, estaba oyendo ese tema y me imaginé a Jesús crucificado en la cruz’”, recordó Alberto Chaves para confirmar que su tarea, con En la cruz, había sido llevada a buen término.
Cada tema de este álbum, que tiene pasajes abundantes de rock fuerte y fusión, tiene una justificación bíblica. Claro es, en ese sentido, el tema dos, El carácter de Dios –basado en Joel 2-13-13– o bien 500 ms (500 milisegundos), clara alusión a la creación del Universo y su parte central es la que, a través de una versátil guitarra, refleja la parte cósmica de ese hecho.
El corazón de Gabriel es tanto emotivo como necesario. Fue creado en memoria del sobrino del guitarrista, Gabriel Chaves Navarro, quien falleció.
Y Más cerca de vos es la segunda parte de Cerca de vos, un famoso tema de Sin Paredes mientras La última escena, en realidad, es un juego de palabras para hacer referencia a la última cena que tuvo Jesús.
Rocadrama era una pieza del grupo Drama y hace referencia a la piedra angular de la iglesia.
Hay temas que tienen 27 años de edad –500 ms, por ejemplo– y otras de mediana factura, unos tres años de haber sido compuestas como lo es El blues informal.
Y la aventura apenas da sus primeros pasos. Para febrero, cuando sea su concierto de lanzamiento, aparecerán también un DVD (relacionado con el álbum y la elaboración del mismo) y una serie de 11 obras pictóricas hechas por Chaves –ya en su faceta de artista plástico–, que acompañan ilustrando cada uno de los tracks de eso que a él tanto lo llena: El poder del cielo.