ACAM dio su veredicto en una noche algo circense

A las 7:40 p. m. dio comienzo la entrega con un mimo vestido a rayas y un arlequín de traje verdusco. Pero lo que parece que dejó muda a la gente en el Teatro Melico Salazar fue ver a los presentadores Cindy Villalta y Ari García vestidos como ¿muñecos?, y hablando aniñados.

Tras los discursos de Luis Monge, presidente de la Asociación de Compositores y Autores Musicales (Acam) y del Ministro de Cultura, Manuel Obregón, vinieron los primeros premios.

A las 8:25 p. m., Ernesto Alfaro recibió el premio Reca Mora a toda una vida dedicada a la música. “Siento que cumplí la misión para la que me mandaron”, dijo Alfaro, en un emotivo discurso que fue aplaudido por los presentes anoche, y en el cual el laureado confesó su aprecio por las composiciones de Ricardo Reca Mora.

Si la producción hubiese dado a los músicos la misma cantidad de tiempo que usaron los mimos y los presentadores para su circo, habría tenido la entrega un espectáculo a fin con lo que se espera de ella.

A las 9 p. m., hora y media después de haber comenzado, daba el primero de los premios. Estaba caída en tiempos, pues según el programa a esa hora debía ir por el tercer y último bloque de nominados.

En cuestión de cinco minutos, los ACAM dieron tres premios de un solo: alternativo fusión (Cine Líbano), música religiosa (Efecto Eterno) y jazz (Luis Muñoz). Y así fueron apretando los bloques.

Laureles. La novena edición de ACAM dejó un mismo resultado para Bernardo Quesada y Luis Alonso Naranjo: dos galardones cada uno y obtenidos desde territorios muy diferentes: desde la salsa al pop.

Bernardo Quesada ganó los ACAM a compositor/autor del año música tropical y el de productor musical del año, por su disco junto a Rumba Jam, Donde te espera mi nombre. Salsa, bolero y más.

Luis Alonso Naranjo, como compositor y autor de las obras del disco Manual del amor y el desamor –de su grupo Escats– se llevó los premios a compositor/autor del año en música pop y el de compositor/autor del año canción del año, que resultó ser Despacito.

Romper esquemas. Si algo tuvo esta novena entrega de los premios ACAM fueron sorpresas; galardones que rompieron posibles vaticinios.

Un buen ejemplo de ello fue el galardón para Fernando Arce Jiménez y Mauricio Ordóñez Chacón que por el álbum Sonar a caballazos les reconoció su trabajo como aUTOPerro, un dúo mítico dentro de la música vanguardista local. Un premio que le llegó a los arquitectos sonoros 31 años después de estar trabajando como aUTOPerro.

Otra sorpresa fue el ACAM de compositor/autor del año alternativo/fusión para Mauricio Corrales Sandí, por las obras de Suite Voyeur, de Cine Líbano, un proyecto que a partir de las candidaturas a los galardones hizo preguntarse a muchos: ¿Qué es Cine Líbano?

Desbancó Mauricio Pauly a los nombres consolidados en el campo de la música académica, como lo son Alejandro Cardona y Eddie Mora, al llevarse el premio de compositor/autor del año música formal/académica por su obra Cuarteto de Cuerdas N.° 2.

Así Pauly, cuyo referente era mayormente para la escena que había sido un miembro de Bruno Porter, demostró cuán bien ha caminado, y camina, en muchas músicas. Ya se le conocía su veta aún más experimental con proyectos como Leche Vaqera (sic), pero el galardón a sus posibilidades dentro de lo formal/académico le dibujó de otra manera para muchos.

En el campo del rock se llevaron a casa premios por su trabajo como autores y compositores los miembros de Pneuma (rock metal); Bufonic (rock punk) y Cabeza de Vinil (rock).