Los recuerdos y anécdotas irrepetibles en torno al Nobel colombiano Gabriel García Márquez siguen saliendo de los baúles empolvados con motivo de su muerte.
Ayer, por ejemplo, el músico cubano Silvio Rodríguez compartió sus memorias sobre el inolvidable día en que ambos fueron los únicos pasajeros de un vuelo entre La Habana y Cancún.
“En aquel avión, que daba tumbos y bajones, el escritor me iba explicando –con una serenidad inconcebible– que a veces se le ocurrían ideas que no daban para novelas o cuentos, y que posiblemente eran canciones”, escribió Rodríguez en su blog personal.
Aunque el cantautor no conserva con precisión la fecha de aquel viaje aéreo, sí mantiene con cariño la anécdota de cuando se encontraron en un casino en Cartagena de Indias, Colombia, y el escritor se carcajeaba por la intensidad con la que el cubano perdía el dinero en los juegos del lugar.
“Voy a conservarlo así, sonriente, gozando de la vida, a lo mejor en la voluntad de una idea que la insondable alquimia de su talento dejará en una ínfima reseña, algo que ni siquiera llegará a ser canción: acaso un insecto posado en un mantel, la pintura vahída de un bote surcando el río Magdalena, la nota disonante de un triste amolador de tijeras. Seguro así me sentiré alguito menos huérfano”, concluye en su escrito publicado ayer.
De otros rincones. Eddith Grossman, quien tradujo los textos de García Márquez desde El amor en los tiempos del cólera (1985) aseguró que todo lo que él escribió era oro. “Todo era maravilloso para trabajar en ello y no puedo decir cuál de sus obras fue más difícil”, comentó en una entrevista a The Washington Post .
El expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) visitó la residencia de Jardines del Pedregal donde Gabo vivió por cinco décadas. Además de darle el pésame a su viuda, Mercedes Barcha, aprovechó la ocasión para honrar la memoria del colombiano.
“Fue un hombre cabal y certero en sus comentarios, siempre fue fiel a sus principios”, comentó después de manifestar sentirse alentado por ver unida a la familia del difunto.
Hoy se realizará un homenaje con entrada abierta a sus admiradores. En la actividad se incluirá la música que más gustaba escuchar el escritor: los compases de Béla Bartók y vallenatos. Además, se colocarán flores amarillas a las que él era aficionado.
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de México, Enrique Peña Nieto, estarán presentes en el acto que se desarrollará en el Palacio de Bellas Artes, en Ciudad de México, donde anteriormente se ha homenajeado al escritor mexicano Carlos Fuentes, el premio Nobel de literatura Octavio Paz, el actor Mario Moreno Cantinflas y la cantante costarricense Chavela Vargas.