EscucharEn tiempo de campaña electoral, todo se vale. Si se ataca al adversario, hay que apuntar a sus debilidades, en todas direcciones. Barack Obama (y el inmenso aparato de propaganda tras él) se lanzó a la batalla del gusto, y conquistó posiciones con el contenido de su iPod.
Obama también aprovechó las dos votaciones que ha ganado (2008 y 2012) para exhibir una lista de canciones en Spotify (servicio de reproducción de música en línea) , que alcanza a gran parte del electorado de su país. Así, se incluyen las referencias obligatorias de la música popular estadounidense, como Stevie Wonder y Bob Dylan, y novedosas canciones de verano como las de Katy Perry, en el playlist del 44.° Presidente de EE. UU.
En el 2008, la revista Rolling Stone entrevistó a Obama y examinó su iPod . “Si tuviera un solo héroe musical, tendría que ser Stevie Wonder”, señaló entonces. Destacó cinco discos suyos ( Music of My Mind y Songs in the Key of Life , entre otros) y los llamó “brillantes”.
En aquella cita, mencionó a la leyenda del blues Howlin' Wolf; a la cantautora Sheryl Crow y al cellista clásico Yo-Yo Ma.
En el 2008, Bob Dylan comentó que Obama podría traer un gran cambio al país , y el candidato le pagó el favor celebrando su disco de 1975 Blood on the Tracks . En especial, mencionó a Rolling Stone la canción Maggie's Farm como una de sus preferidas del álbum.
Población ‘cool’. En Estados Unidos es necesario capturar a la cool demographic : la población que consume productos de moda y lo más novedoso.
Hay selecciones seguras y clásicos obligados. El R & B con el que creció Obama capturó a la población afroestadounidense joven y vieja; el jazz impone respeto. Bruce Springsteen, considerado un working class hero (héroe de la clase trabajadora), fue un fan de Obama desde el primer día.
James Brown, Los Rolling Stones, Eminem, Stevie Wonder, John Coltrane, The Fugees y Miles Davis aparecen de forma prominente. Justo al lado de Marc Anthony y Ricky Martin , la población latina también tiene su guiño.
Contra las apuestas seguras de Mitt Romney, como los héroes del country Garth Brooks y Kenny Chesney o The Eagles, Obama parece más juvenil y más conectado con la población que, al final, mantiene su apoyo.
Además, la primera dama, Michelle Obama, aprovechó la misma cuenta de Spotify para lanzar su mix de ejercicios, que incluye a Jennifer López y a Beyoncé.
Hasta Arcade Fire y fun. aparecieron en las listas oficiales de la campaña de reelección, al lado de Noah and the Whale y Florence + the Machine (frescas y seguras apuestas). En las posteriores listas de festejo, Katy Perry de seguro atrapa miradas, y el elenco de Glee a los adolescentes (con un cover de Lady Gaga, por supuesto).
Urnas. Los escuche o no, los músicos liberales de EE. UU. aprovecharon las campañas electorales para movilizar a sus fans en favor del presidente. En el 2012, Jay-Z lanzó el video The Power of Our Voice (El poder de nuestra voz) para el canal de YouTube del candidato.
En la pieza audiovisual, el rapero celebró la capacidad de Obama de movilizar políticamente a la juventud afroestadounidense, tradicionalmente desentendida y excluida de la política nacional. “Ahora la gente está ejerciendo su derecho y se empieza a escuchar el poder de nuestra voz”, reflexiona el magnate del hip hop .
Su esposa, Beyoncé, Alicia Keys y Jennifer Lopez también crearon sus respectivos videos para apoyar al candidato demócrata, llamando al sector de la población que representan directamente ( J. Lo. llama a votar a los jóvenes latinos ).
Todo el terreno demográfico está cubierto en la propaganda de Obama; no se sabe si lo escucha o no, pero nadie podría reprochar su gusto por Al Green o Springsteen.
Lo más probable es que, en casa, disfrute una y otra vez de las joyas de Stevie Wonder, y que apenas reconozca algunos hits del verano que sus asistentes le endilgan a su reproductor de música.
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