En competencias oficiales, el decatlón es una prueba combinada de atletismo exclusiva para hombres. Bruce Jenner no tuvo problema alguno con la limitación de género, pues claro, Bruce Jenner era un hombre.
Como tal, celebró el oro en el podio de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
No solo le robó la medalla a la representación rusa (nación archirrival para Estados Unidos en aquel momento), sino que también se ganó la fama de ser el deportista perfecto, el atleta más grande del mundo. Su popularidad le puso en los hombros una capa de súperhombre, del modelo de la “masculinidad americana”.
Jenner fue respaldado por múltiples patrocinadores, se convirtió en el rostro de muchos otros. Toda una generación lo vio triunfar en el deporte. Jenner era un ícono.
En la década pasada, otra generación conoció a Jenner en la televisión y sin que mediaran sus éxitos atléticos.
El reality show del canal E! Las Kardashian ( Keeping Up with the Kardashians ) devolvió al súper hombre al ojo público.
Para la primera temporada (2007) ya no era evidente su musculatura masculina y su papel no era el de héroe, sino más bien el de padrastro en una adinerada familia de socialités femeninas, talentosas para codearse con los famosos y para hacer compras de onerosos artículos.
Las cámaras del programa pretendieron retratar a todos los miembros de aquella familia en su ambiente real, crudo y sin edición. Bruce Jenner, sin embargo, nunca fue él mismo, ni en el show , ni en la vida real.
Pasaron nueve temporadas para que, en otro canal, el exatleta soltara una bomba: “Grabamos más de 400 episodios durante más de ocho años y yo siempre pensé, en el fondo, que la historia en realidad en la familia, era la que yo estaba ocultando y nadie sabía. Que yo era el que tenía un elemento que podía generar un cambio verdadero en las personas que veían el programa”.
Durante 65 años Bruce Jenner ocultó el que él cree, es su verdadero sexo. El día en que tomó la decisión de revelarlo, se lo dijo a 17 millones de personas.
La célebre periodista Diane Sawyer se lo preguntó sin muchos rodeos: “¿Usted es mujer?”.
“Para todos los propósitos soy una mujer”, dijo él, también sin rodeos, en una entrevista de más de 80 minutos de duración, que se transmitió esta semana por el canal ABC y rompió récords de sintonía.
El súper hombre que conquistó la gloria a los 26 años, ahora, con 65, confirmó los rumores que levantaba la prensa rosa. Es transgénero y se encaminará en esa dirección hasta dejar de ser hombre, sin por eso dejar de ser “súper”.
Impacto
¿A quién le importa la revelación de Bruce Jenner?, se preguntarán muchos, tal vez incluso algunos de los millones de espectadores que vieron completa la transmisión.
“Creo que esta es la causa de mi vida, que por eso Dios me puso acá, y eso me dio mucho coraje para estar aquí”, comentó el exatleta, quien también aseveró que su historia podrá ayudar a muchos otros, como él (o más bien, como ella).
Según datos compartidos en el especial conducido por Diane Sawyer, solo en Estados Unidos hay 700.000 personas transgénero, un grupo en el que la tasa de suicidios es seis veces mayor al promedio general.
En ese mismo país, el reconocimiento a los derechos de las personas transgénero cada vez es mayor motivo de debate.
Bruce Jenner, quien se puso un vestido femenino a los nueve años por primera vez, durante toda su vida corrió en la dirección de la huida para evitar decirle al mundo quién era él realmente.
Cuando se sentó frente a Diane Sawyer, en su casa en Malibú, decidió acabar con esa huida: “Siempre he pensado en este día, sobre lo que debería hacer con mi vida. En cómo le digo a la gente lo que he pasado. Va a ser rudo, pero hoy es el día”.
Si bien en otra época de su vida había ingerido hormonas femeninas, en los últimos años se ha hecho operaciones faciales, se deshizo de su “manzana de Adán”, se depiló de manera permanente los vellos de la barba y retomó la ingesta de hormonas.
Demoró 65 años para ser honesto con él y con todos los que lo rodeaban. Les explicó a sus seis hijos biológicos y a sus tres hijastras lo que tal vez ya ellos sospechaban, ya que incluso algunos lo habían visto vistiéndose de mujer a escondidas.
“Lo que estoy haciendo va a hacer una diferencia en el mundo. Y eso va a ser algo bueno. Voy a resurgir como yo mismo, ¿no es algo maravilloso?”, dijo en la misma entrevista, en la que hubo momentos en que hasta lloró.
Para el programa, Diane Sawyer le pidió a Jenner ver las imágenes de su triunfo en Montreal, en 1976. No importaba que en el decatlón no pudieran participar mujeres; aquel súper hombre sobre el podio, siempre había sido una mujer.