Algunos tenían años fuera del ojo público; otros aparecen todas las semanas en televisión; unos más no volvieron a poner un pie en una cancha y muchos aún viven del fútbol. Sin embargo, todos comparten un hecho único y es que protagonizaron la mayor alegría del deporte costarricense, 24 años atrás, en el mágico verano italiano.
Los muchachos (porque siempre los vereremos como muchachos) nos obsequiaron a los ahí presentes una de las noches más cargadas de emoción de tiempos recientes, pues cada abrazo, cada risa y cada lágrima de ellos fue sentida por toda la sala.
El reencuentro de los mundialistas de Italia 90 se dio el pasado lunes en el cine Magaly, a propósito del estreno del emotivo filme que cuenta cómo aquellos jugadores en los que nadie creía sorprendieron al mundo.
Los muchachos (porque siempre los vereremos como muchachos) nos obsequiaron a los ahí presentes una de las noches más cargadas de emoción de tiempos recientes, pues cada abrazo, cada risa y cada lágrima de ellos fue sentida por toda la sala.
Aquello parecía una reunión de excompañeros del cole : a cada jugador que llegaba, sus colegas se apresuraban a saludarlo, fotos iban y venían, los apodos y bromas brotaron sin esfuerzo y no faltó quien comparara historias sobre lesiones y dolores.
Miguel Gómez, director de Italia 90: La película recordó la historia de cuando, siendo un niño, su tío lo llevó a conocer a los mundialistas a La Sabana para que le dieran su firma en un cuaderno de Alf. Ahora con 31 años, el prolífico cineasta vio cumplirse su sueño al llamar al escenario a aquellos titanes y entregarles en homenaje su largometraje. En ese punto, no solo a él se le quebró la voz, sino a todo el Magaly.
Como si no fuera suficiente, al día siguiente, el martes, la empresa Prodex patrocinó una segunda función, de nuevo con los seleccionados, pero esta vez, con la presencia de dos titanes que no pudieron asistir el lunes: el Chunche Montero y Gabelo Conejo.
Ya más distendidos todos los jugadores tras lo vivido la noche anterior, fue una sabrosera, un orgullo y un privilegio para quienes estuvimos ahí, compartir desde el inicio un sorpresivo ambiente de estadio, pues el lobby se llenó de baile, pinchos, palomitas y patí, todo con el vaivén de los tremendos anfitriones. La función comenzó y, de principio a fin, se escucharon carcajadas, y uno que otro “Ayyy, qué pecadito” cuando la cinta contaba diversas anécdotas.
El clímax llegó con la presentación de los goles originales de la Sele en el Mundial y las vibrantes narraciones del finado Pilo, todo mientras las butacas ocupadas estallaban en conjunto con un enorme grito de gol, acompañando a Cayaso, Medford y demás anotadores nacionales, en un júbilo que persistirá siempre en las mejillas remojadas de orgullo y alegría de todos los costarricenses.
Ya dentro de pocos días, la película estará en todas las salas de cine del país. Si usted es de esos a los que se le hace un nudo en la garganta con el recuerdo del taquito de Claudio Jara, los paradones de Gabelo Conejo, el golazo de Róger Flores, las barridas del Chunche Montero o los brazos abiertos en celebración de Juan Cayasso, entonces la película Italia 90 le sacará, para bien, tremendos lagrimones. ¡Prepárese para tragar grueso!
Pero bueno, no todo ha sido fútbol por estos días. Durante la presentación de la película mexicana El Deseo , el jueves antepasado, también en el Magaly, atestiguamos el fiasco que se llevó la chef Lorena Velázquez, quien llegó más de media hora antes a la cita, bien elegante y entaconada. Entonces, junto a una amiga cruzó a comerse algo a El Observatorio.
Lo malo fue que al regresar, tuvieron que calarse una fila enorme junto a todos los que habían llegado mucho más tarde que ellas.
Otra que llegó tempranito pero con las ínfulas de artista bien arriba fue Rocío Carranza, quien con un minivestido y botas negras iba a posar para las cámaras, pero aseguró que le daba vergüenza pasar por la alfombra roja –eso que el fotógrafo ni le había dicho que se subiera a la tarima dispuesta para que pasara la argentina Christian Bach y el resto del elenco de la cinta mexicana–. En cuanto el fotógrafo se despistó un momento para cambiar las baterías del flash , la actriz tica se fue del lugar y no hubo foto de ella.
No nos cierran las cuentas: Melissa Durán, de Repretel , posteó un día de estos en su cuenta de Facebook los resultados de una investigación que afirma que toda mujer debe besar al menos a 15 hombres antes de encontrar al idóneo. La exótica rubia comentó que ella no iba ni por la tercera parte de esa cifra, o sea ¿ha besado a menos de cinco hombres en toda su vida? Si eso es así, algo muy malo pasa con los hombres de este país. ¡Pellízquense, por Dios!