Algunos costarricenses se sumaron a la fiesta nacional que la monarquía británica vivió ayer en las principales calles de Londres, con la boda del príncipe Guillermo y Catalina Middleton.
Ana Lucrecia Gibson fue una de las ticas que participó del festejo londinense. Ella, su esposo inglés y su hijo, estuvieron a 200 metros de la abadía de Westminster. “Ver a la distancia a Guillermo y a la novia, además del vestido, fue maravilloso para mí. De verdad, fue como un cuento de hadas”, describió Gibson.
Sin embargo, la celebración no se detuvo con el primer beso de los recién casados. La tica regresó con sus familiares a su pueblo Portbury, ciudad al sur de Bristol, para disfrutar de un banquete organizado en su vecindario.
“Los vecinos aportaron comidas y bebidas, y pusieron banderas con fotos de los novios. Nos reunimos, jugamos, comimos bocadillos y escuchamos música”, relató la costarricense.
Muy cerca. El cantante Enzo Chinchilla, quien tiene 35 años de vivir en Londres, se convirtió en uno de los coterráneos que vieron pasar muy de cerca a la pareja real, cuando se dirigía en carroza al palacio de Buckingham.
“En los días previos realicé el recorrido real para conocer el ambiente y hacer fotografías. Hoy (ayer para el lector) estuve lo más cerca que podía de la calle. Vi todo perfectamente, logré fotografiar a la pareja cuando venía en el carruaje y también a la reina”, relató.
Mauricio Ortiz, artista nacional con 20 años de vivir en la capital inglesa, prefirió reunirse con su pareja y un grupo de amigos en su casa, para observar el esperado enlace.
“La boda es un acto y un banquete cultural. Era importante verlo por su importancia histórica. Sería una tontería darle la espalda a esto por no ser monárquico. Es todo un espectáculo de teatro, con mucho colorido”, comentó Ortiz.
El costarricense organizó una pequeña fiesta en su residencia. “Comimos rico, fue bastante informal, pero muy especial. Fue una especie de fiesta de año nuevo, pero durante el día”, añadió.
Llamativos. El joven Daniel Obando se vistió de payaso y, con su personaje, Retagila, alegró a muchos de los presentes en Londres. Incluso, el periodista Michael Soto, enviado de Repretel, lo entrevistó en la ceremonia religiosa.
Otra compatriota que llamó la atención fue Sonia Solera, quien a sus 79 años, cumplió el sueño de estar ayer en Londres. “Es increíble el ambiente festivo, nos sentimos muy identificados con esta celebración. No pensamos que habría tanta gente”, declaró, acompañada de su nieta, a la agencia AP.