Independientemente de que Pilar Cisneros genere reacciones encontradas en algunos que discrepan de su forma de hacer periodismo, desde esta tribuna no nos queda más que reiterarle nuestro respeto y cariño, ese que ella ha atesorado no solo entre sus subalternos y allegados, sino entre miles de costarricenses a lo largo y ancho de todo el país.
Entre las muchas notas periodísticas que se sucedieron con motivo de su desvinculación de Telenoticias, nos quedamos con la entrevista que le hizo Freddy Serrano –lo que es la vida– en el espacio Visión 9, de canal 9.
Aparte de alabar la ausencia de mezquindad de ese canal, al que no le dolieron prendas para reconocer la trayectoria de un figurón de la competencia, nos gustó la forma distendida en que hablaron Serrano y Cisneros: fue hasta ese día, viéndola en toda su autenticidad, contestando sin tapujos y con gran espontaneidad todo lo que se le preguntó, que nos percatamos de que indudablemente vamos a extrañar muchísimo la presencia de doña Pilar en la pantalla de nuestra TV criolla.
Transparente como ha sido siempre, ha gritado a los cuatro vientos su arrepentimiento por haberse perdido momentos maravillosos en familia mientras labraba su prolífera carrera. Por eso, así como nos da tristeza no verla más socolloneando a sus entrevistados –la mayoría de las veces con un tino maravilloso– , nos alegramos inmensamente por ella, porque los 60 son los nuevos 40 y no dudamos de que ella ahora podrá, como lo ha anunciado, olvidarse del “maldito despertador” y administrar su tiempo como le dé la gana (dicho por ella también, genio y figura).
Cruzamos los dedos,eso sí, para que en unos meses su proyecto de un espacio de radio sea toda una realidad y la escuchemos volando “fuetazos” a quien ella considere, se lo merezca. Con el ímpetu y temperamento de doña Pilar, no dudamos de que esto será una realidad, pues quedarse modosita no es lo de ella.
En otro tema (aunque siempre relacionado con doña Pilar), puntualizamos nuestras primeras impresiones sobre el espacio Más que noticias, que arrancó este lunes a las 6 p. m. en canal 7.
Aunque mezquino sería sacar conclusiones de un espacio de estreno en la TV con solo haber visto un par de emisiones, sí es necesario puntualizar en que, al menos la transmisión del lunes nos quedó debiendo, y mucho.
Para no emular lo interminable que se nos hizo aquella hora de transmisión, resumimos: lo que vimos ese día fue un collage de notas e historias que nos mantuvieron impasibles frente al tele, pues no nos generaron ni asombro, ni risas, ni reflexión.
A menudo las audiencias reclaman el exceso de sucesos, pero habría qué ver si eso significa que sí querrán consumir la típica nota blanca con las (¿novedosas?) vivencias de un turno cualquiera, o una extensa introducción con cuatro o cinco entrevistados hablando de la mascota que siempre quisieron, para rematar con una muchacha que tiene un búfalo, al que por cierto llevaron al set... (¿cómo para qué?).
Ennn finnn, el caso es que la primera entrega nos pareció un sancocho de trivialidades, solo adobadas por historias sorprendentes como la de don Carlos Castro. Suponemos que, poco a poco, se irá perfilando su contenido hacia un espacio más llamativo y ágil. Esperamos que así sea.
El pasado miércoles 28 de agosto, Luis Quirós, propietario del restaurante Cuartel de la Boca del Monte; Joaquín Alvarado, gerente de Ideas Rojal, y el Banco Nacional, ofrecieron un coctel en honor a los actores Alfre Woodard, conocida por la serie Esposas Desesperadas, y Danny Glover, recordado por cintas como Arma Mortal, Depredador y el Color Púrpura, entre otras.
Asistieron figuras vinculadas con el cine en Costa Rica, como don Luis Carcheri, del cine Magaly, donde se llevó a cabo el Festival de Cine de la Flora de la Diáspora Africana 2013 –en este, ambos actores presentaron varias de sus películas–, Mario Giacomelli de canal 7 y Pedro Muñoz, abogado y político del Partido Unidad.
Fue muy agradable ver a estas celebridades pasar a saludar, mesa por mesa, a todos los invitados; luego disfrutaron de los platillos típicos del Cuartel como picadillo de arracache, lomito en boca, empanadas de plátano maduro con frijoles y queso, y tortilla de queso, entre otros. La actriz Alfre Woodard incluso ingresó a la cocina para felicitar a los chefs (un gestazo); más tarde, se contagió con la música del lugar y se puso a bailar salsa, merengue y otros ritmos, sacando mesa por mesa a los invitados y bailando con ellos, ante lo que Danny Glover y su esposa se animaron y se lanzaron a pista a bailar también con los invitados.
La verdad es que, como buenos fanáticos del cine que somos, fue un poco surrealista ver cómo estos personajes terminaron fundiéndose en un bailongo y comilona al estilo de la pura Tiquicia. Iban como locos, por cierto, con el ‘pura vida’.
Uno de los peores temores de cualquiera es caerse en público, más aún si es en televisión y, peor todavía, si esto ocurre el día en que uno se estrena como conductor de un espacio. Pues exactamente eso fue lo que le pasó a Glenda Peraza este lunes, cuando apenas había calentado el micrófono en Su mañana cuando ¡zaz!, se llevó temendo repollazo y, como dicen en el argot fubolero, por poco besa el suelo.
Pero Glenda revirtió el pequeño bochorno al reírse de ella misma, sobarse los “chivolones” que se le empezaban a hacer en las rodillas y seguir como si nada. Ya con solo eso, podemos decir que empezó con el pie derecho en este su recomienzo en la pantalla criolla.
Otro que fue carne de cañón para más de un crítico en redes sociales fue el excombatiente Bernie Madrigal, cuando muchos vieron con sorpresa cómo integró las filas de los periodistas deportivos de Repretel que cubrieron el juego Alajuela-Heredia, el domingo pasado. Lo cierto es que el muchacho estudia periodismo y está haciendo su práctica profesional. Hasta donde vimos, se la jugó de lo más bien al entrevistar al Mambo Núñez. Qué feo eso de descalificar ad portas a los demás: el hecho de que haya estado en Combate no implica, necesariamente, que no tenga capacidad para convertirse en todo un profesional.
Por cierto, hablando de combatientes, esto escuchamos a todo galillo el viernes trasanterior, durante el show de trasnoche de los Chippendales en el Wyndham Herradura: cuando aquellos hombrones salieron en hilera en el arranque de su presentación, se oyó a una dama totalmente eufórica gritar: “¡Deben estar Bryan Ganoza y Bernie Madrigal metidos debajo de la mesa!”. Ah pecao.
Insistimos: el fútbol no da pa’ tanto. Apenas habían pasado dos semanas de los madrazos del saprissista David Ramírez contra la afición limonense y del asqueroso escupitajo del porteño Roberto Mudarra contra el manudo Johan Venegas, cuando tuvimos que tragarnos la vergüenza de nuevo.
Parafraseamos al periodista y columnista Víctor Fernández. Esto resume nuestro sentir ante lo ocurrido el martes pasado, cuando arribó la Selección gringa al país: “Costa Rica, el país que se ufana ante el mundo de su paz, se arma de retórica guerrera por un partido de fútbol, comportándose como una turba que quiere no la victoria de su equipo, sino la derrota humillante del adversario.
“El complejo tercermundista se desbordó y lo que se busca es que los gringos coman mierda, denigrarlos ‘como ellos lo hacen allá’, con nosotros. Así, con una presidenta enjachadora y una prensa incitadora, nos preparamos para gritar improperios en inglés rupestre y rezarle a la Negrita por la primera nevada de nuestra historia”.