La canción Firework, de la estadounidense Katy Perry, hizo que el príncipe Enrique de Inglaterra mostrara sus dotes de bailarín.
Aunque en el intento no le fue muy bien, el representante de la realeza británica disfrutó el tema, al lado de niños chilenos con capacidades especiales. Se le notó simpático y descoordinado.
Enrique se tiró a pista tras visitar la Fundación Amigos de Jesús, en Santiago, Chile, país al que llegó el viernes pasado como parte de una gira por Latinoamérica, que también incluyó Brasil.
Con el príncipe bailaron varios niños, los mismos que habían preparado el acto cultural para la visita al centro infantil.
En Chile, Enrique también se reunió con la presidenta Michelle Bachelet, y visitó Valparaíso, región que resultó con gran afectación por incendios forestales a inicios de año.