El carisma, la potente voz y el innegable talento sobre el escenario de Jenni Rivera fueron apagados trágicamente la madrugada del 9 de diciembre del 2012.
Hace un año, un accidente silenció a la Diva de la Banda, la representante femenina más importante del género regional mexicano.
La noche del 8 de diciembre, Rivera terminó una exitosa presentación musical en Monterrey y subió a la avioneta Learjet LJ25 en compañía de su publicista Arturo Rivera, el maquillista Jacob Yebale, su abogado Mario Macías y su estilista Jorge Armando Sánchez Vásquez. La aeronave era piloteada por Miguel Pérez de 78 años y como copiloto iba Alessandro Torres, de 21 años.
La artista y su equipo se dirigían al Distrito Federal, ya que Jenni debía presentarse a los estudios de Televisa para grabar el programa La Voz... México 2 , en el que participaba como coach junto a Paulina Rubio, Miguel Bosé y Beto Cuevas. Sin embargo, la avioneta nunca aterrizó.
De acuerdo con información distribuida por las agencias de noticias, el vuelo de Jenni perdió contacto con la torre de control a 100 kilómetros de su partida.
El 10 de diciembre las autoridades encontraron los restos de la nave, pero aseguraron que, debido al impacto que sufrió, los cuerpos de los tripulantes no aparecían.
“El desplome del avión fue tan fuerte que los restos se encuentran esparcidos en un área de 250 a 300 metros. Prácticamente, el avión no está reconocible”, detalló entonces el secretario de Comunicaciones y Transportes de México.
La familia Rivera esperó hasta el 12 de diciembre para confirmar la noticia de que su amada Jenni había fallecido. Desde ese momento, todo fue pensado para darle a la guerrera de la música norteña una despedida como ella misma la pidió en la canción Cuando muere una dama.
La despedida multitudinaria se ofreció en el auditorio Gibson en Los Ángeles. Alrededor de 6.000 personas fueron a cantarle y aplaudirle a la cantante en su Graduación al Cielo, que fue oficiada por el pastor Pedro Rivera Jr., hermano de la cantante.
Después de darles a sus fanáticos la oportunidad de rendir tributo a la diva, la familia enterró el cuerpo de Jenni el 31 de diciembre en el cementerio All Souls de California.
Desperfectos. Durante la semana pasada, empezaron a destacarse las noticias en torno a los descubrimientos que se han hecho con la investigación del accidente.
De acuerdo con la agencia EFE, aunque no se ha esclarecido la causa exacta del desplome de la avioneta, varias situaciones pesaron en la tragedia.
La Dirección General de Aeronáutica Civil de la SCT de México concluyó, entre otras cosas, que se violó un procedimiento al dar la licencia porque el piloto Miguel Pérez –también fallecido– tenía 78 años y con esa edad no podía pilotar aeronaves con peso superior a 5.700 kilogramos. No obstante, este Learjet siniestrado tenía un peso máximo de despegue de 6.800 kilogramos,
Asimismo, el joven copiloto, de apellido Torres, no estaba autorizado para volar ese tipo de avión fuera de los Estados Unidos. Por tanto, agrega el informe, la aeronave era “operada por pilotos en los extremos de la curva de la vida”, según dieron a conocer los medios.
A lo anterior se agrega que la avioneta había sido construida en 1969, hace 43 años.
El documento de las autoridades mexicanas explica que los cambios bruscos de altitud y velocidad del avión muestran el inicio de una pérdida de control durante la fase de ascenso, lo cual se apreció en las imágenes de radar en los últimos tres minutos de vuelo.
Lo anterior pudo haber sido provocado por una falla en el estabilizador horizontal que derivó en una caída vertical sin control.
¿Descansa en paz? Desde el día del fallecimiento de Jenni, sus familiares comenzaron con un largo proceso de aceptación de la muerte y de administración de sus bienes. Sumado a esto, las familias del piloto fallecido en el accidente demandaron a los Rivera.
Los distanciamientos que hubo con una de sus hijas, las ganancias por ventas de sus discos, el reality I Love Jenni y su película han generado roces y situaciones penosas entre sus allegados.
Lupillo Rivera, hermano menor de Jenni, comenzó a cobrar mucho más por sus presentaciones.
De acuerdo con la prensa mexicana, el cantante llegó a pedir hasta $20.000, minutos antes de hacer una presentación en el palenque Los Reyes La Paz en febrero.
Michael Rivera, hijo de la artista, fue detenido después de la ceremonia de los Premios Lo Nuestro, en la que su madre fue homenajeada, por vandalismo.
Los problemas no pararon ahí. Un enorme lío se armó entre dos de los hermanos Rivera por la publicación de una foto familiar.
Lupillo le concedió a varios medios de comunicación una imagen para que ilustrara las informaciones sobre Jenni, pero a Gustavo esto no le gustó y citó a su hermano en su casa para discutir el asunto.
La discusión terminó con varios vidrios rotos y agresiones. Dentro de la casa hubo un fuerte enfrentamiento, lo cual provocó que Gustavo saliera con un bate de béisbol y le rompiera los cristales a la camioneta de Lupillo.
Algunas versiones de testigos aseguran que dentro del vehículo se encontraban la esposa e hijos de Lupillo, según el periódico El Universal de México.
La fallecida artista sigue dando de qué hablar: ahora, con la cantidad de dinero que le genera a su familia.
La revista Forbes la incluyó entre las celebridades que tuvieron mayores ingresos en el 2012. De acuerdo con la publicación, luego de su muerte logró vender 880.000 copias de sus álbumes, casi tantos como los que vendió en toda su vida.
Reconocimientos. La muerte tampoco detuvo los reconocimientos a su trabajo; de forma póstuma, a la artista le han llovido premios.
En la edición 2013 de los Premios Lo Nuestro, Rivera obtuvo cinco galardones. Fue la segunda con más trofeos en la noche.
Y siguió conquistando laureles. En los Billboard Latinos se llevó seis galardones; solo fue superada por Don Omar.
Además, el museo del Grammy inauguró en mayo la exposición Jenni Rivera: La gran señora , para celebrar Día de la Madre en Estados Unidos.