El que más ha sorprendido, hasta el momento, es el de su tía, Pippa Middleton, que decidió recurrir a una empresa dedicada a hacer moldes en plata de los piecitos y las manos de los bebés, junto con el nombre y la fecha de nacimiento grabadas en la placa. En esto invirtió más de 11 mil dólares.
Otro que dejó con la boca abierta a más de uno fue el Conde Tibor Kalnoky, amigo del príncipe Carlos y administrador de sus fincas en la región rumana de Transilvania, ya que le regaló al pequeño George su propio campo de flores silvestres en las colinas de este lugar.
“Este regalo protegerá el área y contribuirá a crear conciencia para que las flores silvestres puedan ser protegidas”, fue el argumento de Kalnoky a la hora de justificar la decisión.