Ante tantas suposiciones y conjeturas, de lo poco que hasta ahora queda claro con la boda entre el príncipe Guillermo y la plebeya Kate Middleton, es que el esperado matrimonio dinamiza desde ya la economía de Inglaterra.
De acuerdo a estimaciones de Visit London, la agencia de turismo oficial de Londres, para la semana del vínculo real llegará a la capital inglesa más de medio millón de visitantes.
Esta cifra sería muy similar a las 600.000 personas que estuvieron en las calles londinenses, hace 30 años, para el casamiento de los padres del novio, el príncipe Carlos y la princesa Diana.
Ante esa proyección turística, la firma de investigaciones comerciales Verdict asegura que los comerciantes generarán ventas equivalentes a casi $1.000 millones, sin contemplar las ganancias que dejarán los artículos oficiales que la monarquía colocó en el mercado.
Y quienes se aprovechan de la ocasión son los hoteleros, quienes ofrecen distintas opciones de alojamiento para lo que será el matrimonio más esperado del año.
El Hyatt Regency dispone del paquete
A tono con la realeza, por la “simbólica” tarifa de $1.600 más impuestos, los turistas podrán hospedarse tres noches en el Hilton London Tower Bridge, que contempla además una botella de champaña, panecillos típicos y cena con vino.
En Londres se reportan alquileres entre tres y cuatro veces más del costo habitual. A pesar de los altos precios, el portal en Internet homeaway.co.uk recibió el triple de consultas para alquilar durante la última semana de abril, en relación con años anteriores, en el mismo período.
Pero la boda real también representa un buen negocio para quienes no quieren alquilar su casa o negocio, ya que existe la opción de arrendar espacios a lo largo de la ruta, los cuales se venden en hasta por $160.000, según publicó el diario inglés
Tal es la locura por conseguir cualquier lugar, que empresas, grupos religiosos, fundaciones de caridad, entre otros, rentan techos, balcones y salones de eventos que proporcionan las mejores vistas del día de la boda.
El paseo incluye visita a la Garrard's Jewellers, la joyería real desde hace 168 años; Mahiki, el centro nocturno favorito de los novios y la Jigsaw Store, lugar donde trabajó Kate.
El itinerario abarca una visita al The Ritz Hotel, el preferido de la monarquía; la tienda John Lobb Bootmakers, donde se fabrican los zapatos de los príncipes; así como el palacio de Kensignton y la Abadía de Westminster, en donde se realizará la boda.
Otra opción de recorrido lo brinda la agencia Morton's Travel, con un