Con el tema de la violencia doméstica y enfatizando el maltrato psicológico y físico que muchas veces termina en femicidio, el coreógrafo nacional Francisco Centeno vuelve a nuestros escenarios para presentar un ballet contemporáneo en un acto, realizado en 14 escenas, denominado Blind .
Para este propósito se hace acompañar de la bailarina costarricense María Laura Jiménez, y del miembro de su compañía residente en República Dominicana, el salvadoreño Michael Henríquez.
La banda sonora de Blind está compuesta por doce piezas de diferentes épocas, estilos y autores musicales que dan lugar a cada escena.
La escenografía de carácter realista, diseñada por Juan Robles, permite fácilmente ubicar al espectador en el ámbito más íntimo de los personajes, su hogar, que, paradójicamente, en muchos casos, es el más inseguro para las mujeres que sufren esta tragedia.
La coreografía también cuenta con textos de la dramaturga costarricense Leda Cavallini y del autor, que sirvieron de motivación para los bailarines y son parte importante de la puesta.
En este mismo sentido, Mainor Gutiérrez como responsable de la iluminación, le aportó a Blind , de modo acertado las atmósferas necesarias que requieren los personajes en sus múltiples situaciones.
Por su parte, el diseño de vestuario propuesto por Marcelo Leiva, en el que también participan la bailarina y el coreógrafo, resultó funcional y nos permitió ver con claridad los movimientos y cuerpos de los danzantes.
A este creador le habíamos visto varios trabajos de danza en formato de dúo, pero en esta ocasión es la primera vez que resuelve una propuesta de casi una hora de duración y nos la muestra con el lenguaje del ballet contemporáneo. Y lo resuelve muy bien en función de ir consolidando su estilo.
Espacio y movimiento. En el manejo del espacio, Centeno para Blind apuesta por centralizar las acciones en función de su dramaturgia y, especialmente, para guiar la audiencia hacia la protagonista.
Sin embargo, podría situar algunas escenas, como la del solo en puntas con música de Puccini, a un extremo del escenario, para dar la idea de intimidad y no agotar el terreno central.
Otro aspecto destacable de este trabajo es la interpretación; cabe recodar que a Jiménez casi siempre la hemos visto en propuestas en las que no debía profundizar en la creación de personajes con tantos matices, salvo en el caso del papel de Adela, en la puesta del argentino Julio López en el 2005.
En Blind logró escenificar una mujer inmersa en un mundo lleno de injusticias, denotando un crecimiento como intérprete del cual se esperará mucho más.
Por su parte, Michael Henríquez también nos entregó un personaje creíble como el victimario.
En síntesis, ambos bailarines resolvieron las exigencias del coreógrafo de manera satisfactoria, tanto en la limpieza técnica como en la sincronía, cuando era requerida. Y Blind es un trabajo con contenido y muy buena factura en el que se evidencia la seriedad y el talento de los involucrados.
FICHA ARTÍSTICA
Obra: ‘Blind’
Coreografía: Francisco Centeno
Intérpretes: María Laura Jiménez y Michael Henríquez
Fecha: Sábado 29, 8 p. m.
Lugar: Teatro Montes de Oca
Compañías: Teatralia producciones y Efece Danza contemporánea