El ballet del Bolshói transpira en la pantalla del Cine Magaly

Traducir con el cuerpo la tensión dramática del romance trágico que escribió Alejandro Dumas requiere virtuosismo. Las palabras que narran a La dama de las camelias se manifiestan con enérgica elocuencia en la coreografía original de John Neumeier.

En el cuerpo de baile de la compañía rusa del Ballet Bolshói, el trabajo de Neumeir ha reposado por varios años y, en su versión del año pasado, recibió grandes aplausos.

El 9 de febrero, la interpretación llega nítida y en alta definición al Cine Magaly. La entrada tendrá un valor de ¢6.000.

En la historia, los personajes de Margarita (encarnada por la rusa Svetlana Zakharova ) y Armando (el ucraniano Edvin Revazov ) se enamoran en medio de la agitada vida parisina.

Margarita es una joven asidua a fiestas y amantes, mientras que Armando proviene de la alta sociedad. Las diferencias entre ambos y expectativas de sus respectivos círculos sociales se transforman en la tensión que el Bolshói explota con sus interpretaciones corporales.

La proyección de La dama de las camelias forma parte de los programas cinematográficos de artes del Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Desde el 2015, el Centro se alió con el Cine Magaly para ofrecer un espacio más cómodo para sus cintas de artes visuales (de la serie Exhibition on Screen ) y las coreografías del Ballet Bolshói.

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Sus programas de proyección satelital de la Metropolitan Opera House (Met Opera) y el National Theatre de Londres continuarán en el Teatro Eugene O’Neill, aseguró el director ejecutivo del Centro Cultural, Karl Schmack.

Schmack asegura que durante los tres años de ofrecer estos programas audiovisuales la asistencia se ha mantenido exitosa.

Por ejemplo, en el caso del Ballet Bolshói, la asistencia varía por función entre 150 y 200 personas, aunque Exhibitions on Screen es la oferta más popular (las últimas funciones alcanzaron los 500 asistentes).

“Estamos aprovechando lo que ofrece la tecnología para traer programas de calidad mundial al país”, explicó Schmack. “Son obras que de otra forma no llegarían a Costa Rica y son de altísima calidad”, añadió.