“¿Qué pasa cuando alguien muere? ¿Cuánto tiempo podemos llevar la presencia de alguien que se ha ido?” Aunque estas preguntas no son fáciles de contestar, una familia en Bolivia fue capaz de encontrar la verdad detrás de ellas, y de cerrar un capítulo muy doloroso en sus vidas.
Así lo constata el documental
Este filme forma parte de los catorce documentales premiados por el fondo DOCTV Iberoamérica a finales del año pasado, y que desde hace tres semanas son transmitidos en los países de esta región.
Durán retoma una historia familiar que inició hace 28 años, cuando su hermano Oswaldo murió durante su entrenamiento premilitar en la ciudad de Guaqui.
Este director se implicó con su familia y amistades en la resolución de esa historia.
“Para mi fue difícil desencarnarme del rol de hijo y asumir el papel de director, sobre todo en los momentos en que tenía que lidiar con sentimientos tan fuertes que yo también compartía”, indicó a
“Debía ser un accidente; la intención no era matar a Oswaldo”, dice en el filme su madre.¿Qué sucedió ? Descúbralo esta noche, a las 6 p. m, por Canal 13.
En el filme, él comenta que no fue hasta que tuvo un fusil entre sus manos, cuando él mismo inició ese entrenamiento, que comprendió que lo que le pasó a su hermano no fue un accidente. Ese día empezó a escribir esta historia.
“Dicen que el tiempo cura las heridas y eso fue lo que nos sucedió, después de casi tres años de juzgados y trámites para hacer justicia, mis padres tuvieron que resignarse a que nada nos iba a devolver la vida de Oswaldo. Hubo una resignación pero jamás pudimos olvidarlo”, mencionó el director.
Entre viejos periódicos y anuarios, llamadas a antiguos amigos y entrevistas con otras personas, la familia Durán Blacut logra encajar una serie de pistas que los llevarán a tomar fuerzas para viajar desde su natal La Paz hasta Guaqui, e intentar conversar con el supuesto asesino de su hermano.
No es una crítica al gobierno, pero mantiene una dosis de emoción y sentido de desahogo. El documental