Calificada como “hermosa”, por The New York Times , la cinta El color del paraíso (1999) se cuenta entre las joyas fílmicas del cine iraní.
Desde ayer viernes la Sala Garbo exhibe la película en Costa Rica y, aunque no es un filme reciente, llega a suelo tico para hacernos viajar a un contexto muy lejano al nuestro.
Se trata de una ficción instalada en el corazón de Teherán.
Dirigida por Majid Majidi –el primer cineasta iraní– en ser nominado a un Óscar, El color del paraíso nos cuenta la historia de Mohammad (Mohsen Ramezani), un niño ciego que se encuentra solo, afuera de un instituto especial en Teherán.
“Es el día en que inician los tres meses de vacaciones de verano. Su temor es que su padre nunca llegue por él”, comentó sobre la película The New York Times.
¿Porqué ese temor? Básicamente porque el niño, de gran sensibilidad, percibe un doloroso y cruel problema: su padre viudo quiere rehacer su vida y él representa un gran obstáculo en sus planes.
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“Durante la cinta, el cineasta retrata una relación familiar compleja, con una polémica figura paterna interpretada por Hosein Mahyub, un carbonero que se obsesiona con casarse de nuevo y que se rehúsa a cuidar de su hijo”, describió el diario El Universal, de Veracruz,
Un viaje al pueblo, en el que el niño se reencontrará con su abuela y sus dos hermanas, marcará los derroteros del drama.
En el año de su estreno, El color del paraíso ganó el premio a mejor filme del Festival de Cine de Montreal y obtuvo el premio del jurado en el festival de Gijón.