El cine no es solo ficción; también debe hablar de la realidad de las personas y de sus problemas.
Así lo indicó el cineasta brasileño Wálter Lima Jr., quien durante su larga trayectoria como cineasta, ha reflejado en sus producciones el aspecto real de la situación política de su país y el de la naturaleza.
Lima se encuentra en Costa Rica en el marco del Festival de Cine Brasileño, organizado por la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad Veritas. Ayer, el cineasta impartió allí una clase magistral, en la que habló sobre retos y transformaciones de su carrera, y estará compartiendo en las actividades previstas durante toda la semana.
A continuación el extracto de una entrevista que
Cuando empecé, el cine en todo el mundo estaba en crisis, la televisión tomó todo su espacio. Entonces una forma de contestación vivida en Brasil fue este movimiento –así como la
“Brasil venía saliendo de una dictadura militar muy fuerte en los años 60, y entonces mis primeras películas estaban comprometidas, de una cierta manera, con eso. Yo trabajé con la idea de construir un cine con la cara y los problemas de las personas, la historia del país, incluso satirizarlo”.
Estuve trabajando durante ocho años en televisión, y en este período pude ver y vivir distintas problemáticas ambientales; me fascinó el tema y vi que como aspecto subyacente estábamos los seres humanos, como extensión de la naturaleza. Fue aquí donde conocí el libro
“Sin saberlo, estaba creando una tríada que me inspiraría durante muchas otras películas”.
La tierra, el mar y el viento. La tierra, en realidad, es más sobre la forma en que se vive en el interior de un país, las costumbres y cultura. De ahí hice el filme
“Luego tomé un mito amazónico sobre el
“Y en esta novela,
Tener una vocación crítica de la realidad. Esta tendencia no se perdió con el tiempo; nuestra generación heredó lo que hacíamos nosotros, claro, con un ángulo diverso. Pero existe este compromiso.
“Una de mis críticas es que tenemos un buen humor, pero eso no existe en el cine brasileño... ¡debería!
Vivimos con una situación cultural que nos aísla del resto de Latinoamérica, por el idioma, y el proceso de colonización ahí es muy fuerte. En cine y televisión, hay una maciza presencia de Estados Unidos. Por esto, el humor es un arma muy poderosa; creo que podemos ser bien humorados aún frente a una tragedia. Es una forma de ver, criticar, ironizar el entorno.
“Siento que el cine brasileño debe ser cortante, hiriente. Es nuestra realidad”.