Argo impacta con una fuga fantástica

El escape más cinematográfico e inverosímil de la historia quizá no esté en las películas: ¡no!, de hecho es posible que sea parte de la vida real.

Irán, 4 de noviembre de 1979; revolucionarios de ese país ingresan en la Embajada de Estados Unidos en Teherán y secuestran a 52 diplomáticos: solo seis de ellos logran escabullirse de los rebeldes. Es la famosa crisis de los rehenes.

En Argo (2012), filme de estreno en los cines ticos , se narra la operación encubierta que permitió, por medio de un truco al estilo Hollywood, que los seis protagonistas salieran ilesos de Irán.

Con una prometedora calificación de 8,6 como promedio en la crítica internacional , Argo llega a los cines basada en hechos reales y bajo el mando y protagonismo de Ben Affleck.

“Affleck no solo se limita a dirigir Argo , sino que la dirige endemoniadamente bien... No hay duda de que ha creado una de las mejores películas del año”, dijo el crítico Peter Travers , de Rolling Stone .

En la cinta, Affleck encarna al experto en exfiltración (salida o escape de un área o zona enemiga) Tony Mendez, de la CIA, quien tiene un loco y arriesgado plan para sacar del país a los diplomáticos.

Tras escapar de la embajada, los diplomáticos encuentran un refugio provisional, pero todos saben que es cuestión de tiempo para que los encuentren, los atrapen y, quizá, los maten.

En síntesis, había que hacer algo de urgencia, por más tonta o arriesgada que pudiera parecer la idea.

He aquí el plan: Mendez pretende que los diplomáticos simulen trabajar para el equipo de producción de una película llamada Argo , y que con ese disfraz logren tomar un avión y escapar de Irán.

“La historia suena totalmente absurda. Parece completamente increíble, pero el hecho de que sucediera es lo que la vuelve aún más fascinante”, dijo Affleck en las notas de producción de la película.

De pantalla grande. Según los productores del filme, hasta ahora la historia contaba que los diplomáticos habían escapado con la ayuda del Gobierno canadiense; pero, varios años después, la historia fue desclasificada y el mundo supo que la CIA organizó un escape digno de una película.

“No creo que sea tan inusual asociar a Hollywood y la CIA, porque un instrumento de espionaje es naturalmente un arte teatral”, dijo el verdadero Tony Mendez, quien a sus 72 años de edad siguió de cerca el desarrollo del guion.

Para uno de los productores de la película, Grant Heslov, lo que apunta Mendez “tiene sentido... pues en ambos mundos se forjan situaciones ficticias y se juega a disfrazarse para crear escenarios convincentes”, explicó en los apuntes oficiales del filme.

Cuento real. En el 2000, Mendez publicó el libro Master of Disguise , en el que reveló los detalles de la operación, mientras el periodista Joshuah Bearman, en el 2007, reportó el escape en un artículo en Wired Magazine .

Aun así, en la actualidad pocos conocen los pormenores del fantasioso y arriesgado escape.

Por esa razón, Affleck, John Goodman y Alan Arkin (ganador del Óscar por Little Miss Sunshine , 2006), entre otras estrellas hollywoodenses, se unieron en la pantalla grande para recrear la epopeya.

“Ver Argo me transportó a ese momento”, aceptó Mendez.

Con una taquilla internacional no tan jugosa como lo esperado –$45 millones tras dos semanas en la cartelera mundial–, Argo llega a los cines ticos para sorprender con una propuesta seria, histórica y diferente, que durante su desarrollo no cesa de inyectar dosis de humor al espectador.

En Argo la mejor película no parece desarrollarse en el plató... está en la realidad.