“Doce personas han caminado sobre la Luna. Sin embargo, solo un hombre caminó sobre el vertiginoso vacío que existió entre las dos torres del World Trade Center”.
Con esa potente y melancólica oración, se promociona en todo el mundo el estreno de En la cuerda floja ( The Walk , 2015), filme de Robert Zemeckis sobre la loca hazaña del equilibrista francés Philippe Petit.
Petit –que en la nueva película es interpretado por el actor Joseph Gordon-Levitt–, colocó un cable sobre el espacio que separaba a las Torres Gemelas y caminó sobre la cuerda en un acto extremo que impactó al mundo en 1974.
Fue un acto realmente temerario, pero se asombrará aún más cuando conozca todo lo que tuvo que hacer Petit para llevar a acabo su estrafalario plan. La cinta se lo cuenta todo y con lujo de detalles, basándose en las memorias escritas del mismo Philippe.
“Con la ayuda de una estrafalaria banda de reclutas internacionales, Petit superó obstáculos, traiciones y desacuerdos, antes concebir y ejecutar su loco plan”, detallan las notas de producción de la cinta.
Sí, la hazaña de Petit era completamente ilegal, pero para Zemeckis tomó valor fílmico al no dañar a nadie en su intento, representar un esfuerzo de varias personas y, finalmente, erigirse como un acto de valor salido de toda razón y lógica.
“En realidad ya no ves cosas así. Fue casi como una fábula”, expresó Zemeckis.
En las alturas. En formato 3D e IMAX, para que el público experimente el vértigo de caminar entre dos rascacielos que ya no existen, En la cuerda floja se presenta como algo más que una cinta biográfica.
“Cuando oí por primera vez esta historia pensé: ‘Dios mío, es una película que se debe hacer bajo cualquier circunstancia y se debe presentar en 3D absolutamente”, explica Zemeckis.
El director de cintas como Forrest Gump y Regreso al futuro confirmó que, con la cinta, quiso poner al público donde jamás va a poder estar: a 110 pisos de altura y caminando sobre una histórica cuerda floja.
Según la producción de la película, de la hazaña de Petit solo existen un puñado de fotografías, lo que hace aún más valioso dar la perspectiva que solo Petit pudo haber experimentado.
“Las fotos son increíbles, pero es diferente el hecho de ver y experimentar la caminata. Para mí es excepcional hacer una película en la que los espectadores se pueden sentir dentro de Philippe”, expresó Gordon-Levitt.
Para la crítica, que mayoritariamente se ha declarado complacida con la película , Zemeckis sale airoso en su intento de contar la verdadera historia y matizarla con la última tecnología.
“La cinta es un poema de metal y hormigón. Zemeckis ha utilizado todo su descaro y habilidad para realizar algo que, una vez que abandona el suelo, desafía no solo la gravedad, sino el mismo tiempo”, resumió A. O. Scott, crítico de The New York Times .