Hillsboro es un remanso de paz entre las montañas de Oregón, Estados Unidos. Allí se erige la sede de Laika, una productora en donde laboran unos magos de la industria fílmica, quienes con poco son capaces de crear filmes con altas aspiraciones al Óscar.
Así ocurrió con Coraline (2009), la ópera primera de la compañía , y también con ParaNorman (2012), a mbas candidatas a la estatuilla dorada en la rama de mejor película de animación . Esa misma meta es la que se proponen ahora con Los Boxtrolls , filme que en formato 3D se estrenó ayer en los cines ticos.
Los Boxtrolls es una adaptación cinematográfica del libro Here Be Monsters! (2005), del ilustrador británico Alan Snow.
El nuevo filme, que lamentablemente ha sido duramente criticado a nivel de guion, cuenta el drama de unas traviesas y extrañas criaturas, quienes han criado a un niño huérfano llamado Huevo (Isaac Hempstead-Wright). Ellos viven en una caverna bajo las calles de Puentequeso (Cheesebridge), una elegante ciudad de la era posvictoriana.
Según describe la sinopsis, “los boxtrolls son unos ‘repugnantes’ pero muy carismáticos monstruos, que salen de las alcantarillas por la noche para hacerse con los bienes más preciados: sus hijos y sus quesos”.
Un día, Huevo saldrá a la superficie para descubrir qué pasó con sus padres y también para lograr la supervivencia de sus amigos (los Boxtrolls), amenazados por un villano con planes de eliminarlos.
El problema es que en Puentedequeso la gente vive alocadamente obsesionada por el dinero, la clase y los quesos olorosos. Todo lo anterior genera roces y gran discriminación.
“Es una historia sobre el crecimiento de un niño de 11 años y de cómo encuentra su lugar en el mundo. La familia es una parte importante de todo ello. Ha sido criado por unos monstruos que la sociedad teme, así que es juzgado por el lugar de donde procede”, de Anthony Stacchi, codirector del filme.
Técnica depurada. La especialidad de Laika, creadora de Los Boxtrolls , es que sus proyectos utilizan la técnica de stop-motion . Así, sus productores convierten la filmación en un trabajo artesanal, cuyo acabado luce moderno y atractivo en la pantalla.
El stop- motion requiere la fabricación física de los decorados, los personajes y los elementos del filme que interactúan fotograma a fotograma para generar la acción final.
Por ejemplo, Laika creó más de 50 escenarios miniatura para filmar Los Boxtrolls , espacios en el que desfilan cerca de 80 personajes. Se trata de unas marionetas diseñadas por Georgina Hayns y cuyo vestuario es tan detallista que podría competir en esa categoría dentro de los Óscar.
Para hacerse una idea de la minuciosidad que exige el stop-motion , un solo animador dedicó alrededor de 7 días para obtener 3,7 segundos de imágenes. El rodaje se alargó durante 18 meses, sin contar la fase de preproducción y posproducción.
“Al final, crear es lo que resulta emocionante. El stop-motion puedes verlo y palparlo”, indicó Anthony Stacchi, codirector de la cinta.
Lo negro. Lo lamentable de Los Boxtrolls es que el guion no le hace ningún tipo de justicia al trabajo artístico de la película.
Sino que lo diga Peter Debruge , de Variety : “Cientos de artistas con talento han invertido incontables horas dando vida a este descaradamente poco atractivo guión.
La misma posición tiene The Hollywood Reporter , que no se explica como los Boxtrolls, además de ser los oprimidos de la trama, “son los oprimidos” de los mismos guionistas.
Aún con esas críticas, con $17,3 millones Los Boxtrolls debutaron con éxito el pasado fin de semana, en EE. UU. La cifra significó el tercer puesto de la taquilla norteamericana y también el mejor estreno para el estudio Laika. En 2009, Coraline abrió con $16 millones y en el 2012 ParaNorman lo hizo con $14 millones.