A un mes y 24 días del estreno del filme
Desde San Francisco, California, Jiménez repasó lo que lo inspiró a escribir y realizar esta película –su ópera prima–, sus expectativas ante el cercano estreno y el valor fundamental del largometraje.
Además, el cineasta adelantó a
Es la culminación de un proceso muy largo. Si bien, me provoca mucho alivio pensar que pronto se acaba, también me genera nostalgia y por supuesto, miedo. Después de años de trabajar en un proyecto muy personal es hora de presentarlo al público, eso genera ansiedad. Estoy ansioso y a la vez nostálgico.
La película tiene actuaciones extraordinarias y, en lo personal, es uno de los elementos del filme que más orgullo me genera. Yo soy actor de profesión y cada decisión técnica o artística que se tomó a lo largo de la producción giró en torno a los actores. Tanto en el
“Creo que la película refleja no solo un gran dominio de la técnica actoral que cada uno utilizó, sino un cariño desbordado de mi parte hacia ellos y hacia mi profesión.”
La libertad. Este es un proyecto que construí desde el suelo con la más plena, angustiosa y hermosa libertad. Desde el equipo de trabajo que me acompañó hasta las decisiones menos trascendentes. Esta película es una creación artística, y como tal, solo responde a mis propias inquietudes.
“La historia que verán la compone desde grandes instrumentos tecnológicos hasta el arroz con pollo que llevó mi mamá al
El tráiler fue, irónicamente, lo primero que se editó. Se produjo de forma muy expedita, en cuestión de una semana ya estaba listo. Yo creo que funciona muy bien en todo nivel. A mí me sirvió mucho porque, por un lado, ha levantado las expectativas sobre la película y, por otro, me ayudó a sintetizar la historia en mi cabeza durante el proceso de posproducción.
“Cada vez que el rumbo se perdía me obligué a remitirme al tráiler, porque contiene la esencia de la película en dos minutos”.
Siempre me han intrigado esas parejas mayores que uno ve en la calle. ¿Cómo se reacomodan los parámetros de la vida cuando falta un compañero tras 60 años de convivencia? Es algo que no logro conceptualizar. Se mantiene mi interés por las relaciones familiares –las más complejas que existen–, mi obsesión por lograr retratar una cotidianidad costarricense y por ver mis propias calles en una pantalla grande y una sala oscura.
Aproximadamente $80.000, más la comida que puso mi mamá, porque nunca se la pagué.
¡Claro que sí! Vamos a tener una fiesta el día del estreno y muchas actividades paralelas, como conversatorios con los actores y otros miembros del equipo, foros abiertos al público, presentaciones especiales y, ojalá, actividades que reúnan no solo a los abuelos de Costa Rica, sino a estudiantes también.
¿Qué se encuentra haciendo en San Francisco, California?
Aquí se realizó la mayor parte de la posproducción de
Es un drama que, al igual que
“El proyecto tiene dos particularidades que me ilusionan mucho. Una es que San José, como ciudad, es protagonista en la historia y lo segundo es que participaré como actor, algo que desde hace mucho quiero hacer”.