El trauma de una dolorosa separación, la daga amenazante del divorcio y los dilemas morales de la sociedad iraní, se hilan con maestría y delicadeza en
Escrita y dirigida por el director Asghar Farhadi,
El torbellino fílmico, que se origina tras un delicado desacuerdo entre cónyuges, lo sufrirán con intensidad Simin (la actriz Leila Hatami) y su esposo Nader (Peyman Moaadi).
Su diferencia afectará directamente a su hija Termeh (Sarina Farhadi), de once años, quien, en medio de la situación, tendrá que dividir su cariño y elegir su futuro.
“Sus vidas se complicarán hasta niveles insospechables, en los que el chantaje, la traición y la mezquindad, aflorarán”, dice la sinopsis oficial del exitoso largometraje, premiado el año pasado con el premio Óscar, Globo de Oro, Bafta y César, a mejor película extranjera.
Casados en Teherán, desde hace 14 años, Simin se dispone a abandonar Irán con Nader, en busca de un mejor futuro para su familia.
Simin quiere irse del país porque no quiere que Termeh crezca bajo las condiciones prevalecientes en el país; pero Nader no está del todo seguro, sobre todo porque le preocupa dejar a su padre, quien tiene alzhéimer.
Cuando, en definitiva, Nader decide quedarse en Irán, Simin inicia los trámites de divorcio y comienza el estrepitoso drama.
Los valores morales de la pareja son puestos a prueba en un planteamiento fílmico estremecedor.
“Simin quiere divorciarse para buscar un mejor futuro para su hija. Nader quiere divorciarse porque ella no piensa en su padre. Ambos tienen su lógica. Es humano preocuparse por los hijos y también por los padres. La niña parece que tiene que decidir entre los padres, pero en realidad tiene que elegir qué camino quiere para su vida”, dijo Farhadi, en el Festival de Cannes, en declaraciones reseñadas en el diario argentino
Los valores religiosos de la sociedad islámica y las propias convicciones personales, se ponen en juego en una trama en la que es posible identificarse con el drama interno de cada uno de los involucrados.
“Cuando hablamos de moral, hablamos de distintos estándares. Algunas personas viven su vida de acuerdo a preceptos tradicionales... Si vivís de acuerdo con la tradición, todo es más simple. Pero las personas con una vida moderna viven en permanente conflicto con esas tradiciones”, dijo Farhadi.
Al separarse, Simin se va a la casa de sus padres y Nader cuida a su hija y a su padre enfermo. El esposo decide contratar a una mujer para que atienda a su padre, hasta que un día se encuentra con el anciano atado y tirado en el suelo. Todo cambiará a partir de ese momento.
La prestigiosa película, que fue filmada bajo un régimen político de tradicional censura, intenta visualizar la realidad social de Irán, enmarcando el tema familiar como punto de partida.
“Me interesaba hablar de esa situación desde diversos puntos de vista. Creo que todas las situaciones conflictivas se observan de distintas maneras, dependiendo del lugar en el que las ves”, agregó, en Cannes, Farhadi, a
Para el director, aunque en la cinta se ven expuestos conflictos de género, religión y de clases sociales, la cinta no se centra en las diferencias entre los hombres y las mujeres, sino más bien en exponer “los prejuicios” que las personas se guardan entre ellas.
Sin embargo, en diversos foros y entrevistas, Farhadi ha insistido en que la cinta es de interpretación libre: “quiero que la gente piense”, ha dicho, por lo que no se atreve a ser concluyente con sus ideas.
No solo fue el Óscar –que por primera vez gana una película iraní–, el Globo de Oro, el Bafta o el César; antes de esas importantes medallas, la cinta había ganado el Oso de Oro en Berlín, incluyendo Osos de Plata para sus actores principales, Leila Hatami y Peyman Moaadi.
“Encuadres de cámara siempre perfectos, diálogos espléndidamente dosificados y la credibilidad aportada por los actores, convierten la película en un envolvente, magistral mosaico de emociones” dijo el crítico del diario español
Lo secundó, por ejemplo, la mirada analítica de Carlos Boyero, del diario
“El filme te contagia la tensión y el drama de sus equívocos personajes; te transmite con enorme talento”, escribió Boyero.
Criterios similares sobre la película se propagaron en todo el mundo; por eso, en el sitio metacritic.com , y Rotten Tomatoes – que publican promedios de las críticas más importantes del orbe, le dieron un 9.5 y 9.9 (sobre 10), de forma respectiva.
En materia de millones, la cinta no se queda atrás, pues aunque su producción costó apenas $800.000, ya lleva recaudados $20 millones en todo el mundo ; eso sin contar que apenas está empezando su travesía por países de Latinoamérica.