La cinta animada Planes, que repite la exitosa premisa de Cars pero con aviones se estrena el viernes en Estados Unidos (la semana que viene en España y en septiembre en Latinoamérica).
La película fue producida por Disney Toon Studios, una división dedicada al mercado del video y que por largo tiempo se ha especializado en continuaciones de grandes clásicos, como Cenicienta 2 y 3, Bambi 2 y varias obras sobre Campanita, el hada de Peter Pan.
Pero, confiados en el potencial comercial de Planes (Aviones), que se beneficia del ADN del universo de Cars, el estudio hizo una excepción y decidió darle al filme la oportunidad de mostrarse en la pantalla grande.
John Lasseter, la leyenda de Pixar que realizó Toy Story, Bichos: una aventura en miniatura y Cars, dio una hoja de ruta muy específica a Klay Hall, el director de Planes.
Lasseter ha sido desde 2006 -fecha en que Disney adquirió Pixar- el responsable de toda la producción animada de los estudios.
"John me dijo: Cars está instalado, todo el universo está creado. Aprenda de este universo, aprenda de nuestra experiencia sobre los personajes y la animación y, luego, olvide todo. No vamos a retomar los personajes ni el decorado. Quiero que usted desarrolle un nuevo mundo", explicó Klay Hall a la AFP.
"La estética es la misma: (los aviones) tienen ojos, los personajes hablan y son vehículos encantadores, pero los puntos en común terminan allí", afirmó el cineasta.
Trama. Planes cuenta las aventuras de Dusty, un pequeño avión que pasa sus largos y aburridos días rociando insecticida sobre campos de maíz.
Pero, a fuerza de entrenamiento y fuerza de voluntad, consigue un boleto para una prestigiosa carrera aeronáutica, donde se medirá con los mejores aviones del mundo.
"Siempre me gustaron las historias del outsider, el pequeño muchacho subestimado capaz de sobresalir", declaró Hall.
"También me encanta la idea de que él haya sido fabricado para cierto propósito, pero que en el fondo sienta que puede ser otra cosa".
Retos. La película tuvo su cuota de dificultades técnicas, entre ellas reproducir de manera realista, por computadora, el vuelo de un avión, la aceleración de despegue y la desaceleración del aterrizaje.
"Necesitamos más de seis meses para hallar una solución" con la ayuda de un ejército de pilotos y expertos, afirmó el cineasta.
Klay Hall también se valió de su experiencia personal como aviador y de los recuerdos de su padre, un piloto de la Marina estadounidense.
Otra dificultad llegó a la hora de "humanizar" los aviones, como lo había logrado tan bien Pixar en Cars.
"Los automóviles tienen un gran parabrisas para los ojos y una gran guardafangos para la boca. Pero nosotros tenemos alas (voluminosas), un diminuto parabrisas y una boca que crear en el avión. Y además están las hélices, todo el tiempo en el campo de la cámara", explicó Hall.
Como Dusty, Klay Hall tuvo que poner a prueba su paciencia y perseverancia para encontrar el aspecto de sus aviones animados. Pero tuvo una buena escuela.