La paz es casi tan efímera como el transcurrir del tiempo. Tan solo trascienden las grandes hazañas que cambian el giro del Universo o bien, las que se insertan en la memoria colectiva de varias generaciones.
Star Trek es uno de esos fenómenos de la cultura pop que, al igual que el espacio, no conocen su frontera final.
A 50 años desde que el comando estelar encabezado por el capitán James Kirk aterrizó en las pantallas televisivas de Estados, su decimotercera película llega para explorar los rincones desconocidos del espacio sideral.
Star Trek: Sin límite s lleva a la nave insignia de la Flota Estelar a surcar el Universo una vez más para salvaguardar la tranquilidad en la Tierra y en el resto de planetas aliados.
La primera etapa de su misión les llevará hasta un territorio desconocido, y su travesía de vigilancia pronto se convertirá en una carrera por la supervivencia cuando el USS Enterprise sea atacado y destruido por un nuevo y fiero enemigo, Krall (Idris Elba), proveniente de una raza alienígena avanzada.
Para frenar sus siniestros planes, Kirk (interpretado de nuevo por Chris Pine) reunirá a su equipo y usará todo sus recursos para deshacerse de Krall y hallar la manera de retornar a la Tierra.
La incorporación de Elba (Heimdall, en Thor ) es, de hecho, uno de los generadores de mayor expectativa alrededor de la cinta.
“No quise interpretar al arquetipo de villano”, afirma el británico en las notas de producción. “Sabía que seguirle los pasos a Benedict Cumberbatch (Khan, en Star Trek: En la oscuridad ) sería una tarea dura, entonces trabajé durante mucho tiempo con los productores para determinar quién es este tipo. ¿Cómo habla? ¿Cómo es su apariencia? ¿Por qué tiene esta saña contra la Federación? Cuando tenés una respuesta a todo eso, él (Krall) deja de ser un monstruo. Hay una razón para todo lo que hace”.
Además, en esta ocasión, el cineasta J. J. Abrams cedió el banquillo de la dirección a Justin Lin, productor y director de la saga Rápidos y furiosos , quien, por demás, es un fanático de Star Trek.
“La serie original de Star Trek es increíblemente especial para mí, porque ver esos viejos episodios era el único tiempo que yo pasaba con mis padres. El crew del Enterprise se sentía como una extensión de nuestra familia”, afirma Lin.
De acuerdo con Abrams, Lin es un gran contador de historias, pero lo que realmente le dio la confianza para otorgarle la continuación del reboot que él comenzó en el 2009, a pedido de Paramount Pictures, fue justamente el amor que el taiwanés profesa por esta franquicia.
“Sabía que él sería capaz de llevar las escenas de acción, pero lo que más me emocionó fue escucharlo hablar sobre los personajes como si fuesen personas que él conocía”, afirma Abrams, quien en esta ocasión ocupa el rol de productor.
Star Trek: Sin límites se estrenó en los cines estadounidenses el 22 de julio y este jueves llegó a las pantallas nacionales, con un puñado de buenas críticas.
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En suelo tico, uno de los fanáticos que profesaban su emoción previo al estreno de la cinta fue Christian Escobar.
“Para un fan es motivo de alegría que una simple serie que apareció en los años 60 pudiera traer un sinúmero de connotaciones como ícono pop y también por aspectos interraciales. Star Trek ha marcado una pausa en cada época y cada generación del desarrollo humano desde entonces”, asegura.