De la “época de oro” del cine mexicano se conoce mucho en el país, quién no vio o al menos escuchó de las películas de Pedro Infante o María Félix; sin embargo, también existe un cine posterior a esa época que dejó joyitas a la cinematografía.
Justamente, esas obras de arte del cine mexicano, pertenecientes al periodo conocido como “cine de transición” (1958-1969), son las que se muestran hoy y mañana como parte de la VI Semana de Cine Mexicano. Lo mejor: la entrada a cada exhibición es gratuita.
La sede para este ciclo de películas es el Cine Variedades, en pleno corazón de San José. Las funciones son a las 4 p. m., y a las 6 p. m.
Hoy se presenta Tiburoneros (1962), del director Luis Alcoriza, mientras que mañana se proyectará El gallo de oro (1964), de Roberto Gavaldón.
Alcoriza muestra a un personaje que deja la ciudad y a su familia para refugiarse en una costa, donde se convierte en pescador de tiburones.
Por otra parte, la cinta de Gavaldón es la historia de un personaje humilde que logra surgir cuando su gallo de peleas vence al de un reconocido hacendado.
Jurgen Ureña, crítico de cine, comentó que las dos películas son valiosas en la historia del cine mexicano, aunque por distintas razones.
Tiburoneros , según Ureña, es un largometraje donde se rompe con la idealizada vida rural del campesino mexicano, tema muy abordado durante la época de oro.
Además, Alcoriza muestra en su trabajo la influencia del cine Luis Buñuel – para quien escribió el guion de Los olvidados (1950)– y Federico Fellini.
Ureña agregó que El gallo de oro es una semilla muy importante para lo que vino después en el cine mexicano. Agrega lo valioso que resulta que los escritores Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes sean parte de los guionistas del filme.