Cualquier costarricense puede toparse con un “shock cultural” en Asia. Puede ser por causa del idioma, la comida o las costumbres. Pero a Allegra Pacheco le llamó la atención algo más cotidiano.
“He ido varias veces a Tokio y desde la primera ocasión me impactó mucho ver las vidas de estos personajes, los llamados salarymen, caminar en masa hacia sus trabajos o de regreso; todos actuando iguales, de una manera tan defenida”, explicó desde una llamada telefónica.
Un salaryman es un hombre japonés en “edad productiva”, se podría decir que un trabajador común. Pero en Tokio, ser parte de la fuerza laboral corporativa, es ser parte de una población en riesgo.
Ese fue el punto de partida del documental Salaryman, para el que Pacheco y un equipo de grabación costarricense entrevistaron a unas 50 personas entre –trabajadores y expertos– y recorrieron las calles de la capital japonesa.
Para finalizar el documental, iniciaron una campaña en la plataforma Indiegogo con la que esperan recaudar $60.000 con la ayuda del público costarricense. Cada contribución vendrá acompañada de un perk o retribución de parte del equipo.
El equipo fijó mediados de octubre como plazo para lograr su cometido. Se pueden hacer contribuciones en https://igg.me/at/salaryman o en el sitio www.salarymanfilm.com.
Otra perspectiva
“El mundo de las corporaciones en Asia es muy masculino y yo soy una yuxtaposición en ese paisaje: una mujer extranjera, artista y tras de eso latina. Exploramos el tema desde dos perspectivas: los que están adentro y alguien que está conociendo”, explicó Allegra Pacheco.
Su práctica como artista visual y fue la que la llevó a elaborar este documental.
“Cuando salía de noche noté que había hombres de negocios acostados en el piso durmiendo, borrachos o muy cansados de tanto trabajar.
"Empecé con la documentación de fotografía y luego fui más allá: calqué sus siluetas en el piso, como se hace en las películas para denotar un cadáver. Me pareció una forma no invasiva de resaltar ese cuerpo en el piso y hacer que quienes parasaran al lado tomaran nota”, comentó Pacheco.
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Pacheco se planteó investigar más a fondo el fenómeno de la mano de filósofos, sociólogos y los testimonios de varios salaryman. Para ello, colaboró por cuatro meses con el camarógrafo Eduardo Uribe, el sonidista Sebastián Uribe y la productora Margarita Guiri Uribe, también costarricenses.
“Nos parece oportuno mostrar el documental mientras tenemos un pie adentro y afuera del tema, el karōshi, la “muerte por exceso de trabajo” que es un problema que aqueja al mundo corporativo de Asia", indicó.
En la etapa de post-producción se han sumado la productora Nadia Conners (The Eleventh Hour) y el productor Ross Clarcke (del documental Skid Row y la película Desiree) y el editor Luis Alvarez (Buscando a Nemo y Monsters, Inc.).
En el plano musical colaborarán con Yuki Tsujii, guitarrista del grupo japonés Bo Ningen. También se incluirá música del grupo nacional Las Robertas. Se espera que el documental dure unos 90 minutos.
“Muchas cosas que pensé con respecto al tema se confirmaron en el rodaje y otras cosas aprendía a verlas de otra forma", señaló Pacheco.
"Fue un camino interesante y creo que como artista visual me encantaría que la audiencia se pudiera transportar a Tokio, que se transmitan todos los goces y aprendizajes que nos dejó el rodaje”, finalizó.