“Por mi forma de vivir, yo soy más sabinero que todos los que están aquí”, alardeó con orgullo Roy Arce, fanático de Sabina, quien ha elevado su pasión por el artista a un negocio que le da de comer.
Una máscara típica del español y un fino cuadro del artista lo delataron anoche en el Palacio de los Deportes, mientras esperaba el show prometido por su ídolo.
Arce es un desquiciado por Sabina, al punto que se animó a poner su propio bar-restaurante, inspirado en el cantante.
“Se llama La Cantina de Sabina, es un bar temático y la especialidad de la casa es la comida mediterránea. Es un sueño, un gran lugar para los sabineros ”, dijo Arce emocionado.
Desde los 19 años, ahora tiene 39, Arce recuerda que se hizo sabinero por convicción, en esa época el español comenzó a conquistar sus espacios y se hizo parte de su rutina. Según él, las letras de sus canciones evocan su propia vida y lo retratan muy bien.
“A la gente le gusta Sabina por básicamente tres cosas: es un músico de la calle que come bien, toma bien y anda con unas mujeres bonitas, eso evocan sus canciones”, dijo Arce.
“Por esa misma razón, yo digo que he sido más sabinero que todos. Mi forma de vivir se parece a eso”, reiteró el comerciante.
Luego de tener todos los discos del artista y muchos souvenirs (ya no los tiene porque perdió casi todo en un robo), Arce decidió coronar su afición con el santuario a Sabina, negocio que yace en Los Ángeles de San Rafael de Heredia.
Según Arce, solo hay dos lugares así en el mundo, y Sabina, de puño y letra, aprobó el lugar.
“Del concierto espero los clásicos de Sabina y el ambiente tuanis que siempre se viven en esos chivos. Sus conciertos son muy parecidos, es el mismo ambiente que hay en mi negocio, donde todo el mundo disfruta y vive la cultura sabinera al máximo”, finalizó Arce.