Joaquim Batica es la llave a Europa.
En el Viejo Continente, futbolistas costarricenses como Yeltsin Tejeda, Celso Borges y Joel Campbell, entre otros, han concretado su sueño de jugar en el extranjero gracias a su particular, misterioso y apasionante trabajo. Batica, de origen francés, es su representante en el complicado universo del futbol.
Pero, ¿qué hace un representante de futbolistas? ¿Qué papel juega en la contratación de jugadores? ¿Qué come? ¿Cuánto duerme?
Las mismas preguntas se hizo un día Esteban Quesada, productor costarricense a cargo Joaquim Batica (2016), el documental que se estrena este jueves en cines del país.
"Yo siempre estaba con esa espinita. Yo escuchaba hablar de los agentes FIFA y para mí eran un misterio. Quería saber qué hacían realmente", recordó Quesada, un desamparadeño de corazón que se encargó de la dirección, guion, edición y fotografía del proyecto.
"Logré contactar a Batica y exponer su caso en el documental. Sin embargo, el filme trata de exponer el trabajo del agente de manera global", agregó.
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En esa línea, el mismo Quesada se sorprendió lo que descubrió. El cineasta se enteró de que Batica no solo ayuda a concretarles trabajo a los jugadores, sino que se convierte en ese hombre que se encarga de conseguirles el apartamento para vivir y les muestra dónde está el supermercado más cercano.
"No solo es su agente, se convierte en un amigo para ellos y eso la gente no lo sabe. La relación es cercana, están muy involucrados en su vida. Incluso, Batica se hospeda en la casa de los jugadores cuando viaja", expresó Quesada.
En el nuevo documental, que tiene 60 minutos de duración y tuvo un coste de producción de $15.000, son los mismos jugadores quienes van contando la historia de Batica.
Para recoger sus testimonios, Quesada y Batica viajaron durante cinco semanas por distintos países de Europa. Se tomó la ciudad de París como la base de operaciones del agente, para partir luego a diferentes estadios y ciudades de algunos de sus jugadores: Bélgica, Serbia, Suiza, España y Portugal estuvieron en la lista.
"Parte de la estrategia era poder acceder a los jugadores por medio del mismo Batica. Eso era importante, pues no es fácil que los jugadores te abran la puerta de su casa así porque así, o que los clubes te dejen filmar los partidos", agregó Quesada.
Además, el documental incluye el trabajo de visorías que Batica desarrolla en clubes de Costa Rica, tomando en cuenta el testimonio de figuras como Paulo Wanchope, Alexandre Guimarães y otras leyendas del fútbol nacional.
También se cuenta la vivencia de Paulo Rodríguez Santamaría, un joven de 15 años a quien Batica lleva por primera a Francia, para que sea probado en el Club Grenoble.
Siguiendo el día a día de Batica, el documental comienza a esculpir detalles interesantes sobre la personalidad del agente FIFA, los viajes que realiza y las largas jornadas de trabajo. El filme es, por decirlo así, un detrás de cámaras de su vida y del complicado mundo que lo rodea.
"Desde el principio a Batica le llamó la atención el proyecto. Él mismo se dio cuenta que en Internet existe muy poca informacipon sobre su trabajo, por lo que le interesó más. Poco a poco, él se fue abriendo y todo eso quedó retratado en el lente", detalló el cineasta.
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Una aventura más. No es la primera vez que Quesada, de 27 años de edad, sale de Desamparados para documentar historias en el extranjero.
En el pasado el costarricense –que estudió mercadeo en la Universidad Latina y producción audiovisual en la Universidad San Judas Tadeo–, realizó un documental sobre la vida del jugador Christian Bolaños, otro sobre el boxeador sueco Otto Wallin y otro más sobre el pugilista danés Micki Nielsen.
Además, Esteban ha trabajado en diversas producciones extranjeras como el programa de televisión Q Viva The Chosen –producido por Jennifer López y Marc Anthony–, la película inglesa Paddington Bear y el reality show Keeping up with the Kardashians, entre otros.
En el 2016, Quesada participó en el Chelsea Film Festival, un certamen neoyorquino en el que estuvo nominado por su documental Ocean Symphony.
"Ocean Symphony es la prueba de que no solo hago ducumentales relacionados con el deportes. Este es un filme de corte social sobre una escuela de música que funciona en playa Pochote, en Puntarenas, la cual ayuda para que los muchachos de esa zona evitan meterse en drogas", explicó el cineasta.
A Quesada le gusta soñar en grande y no duda en decir que su sueño es "ganar un Óscar". Mientras lo logra, el joven ya tiene en mente su próximo proyecto: una serie deportiva para el canal TD+.
Joaquim Batica es el primer trabajo de Quesada que se exhibe en cines comerciales.