Un caballo se ha convertido en la última musa de Steven Spielberg para presentar una historia impactante, cargada de sentimientos y profusa en detalles.
En
La cinta se centra en la amistad entre el caballo Joey y Albert Narracott (Jeremy Irvine), un joven encargado de domesticarlo.
Difíciles circunstancias separan a estos dos amigos y los obliga a iniciar un viaje a través de la Primera Guerra Mundial. Amo y corcel atravesarán numerosos peligros, incluyendo el campo de batalla, antes de volver a reunirse.
Durante el largo periplo, Joey dejará una huella profunda en cada uno de sus “dueños”.
Entre cañones y grises trincheras, sus ojos y su nobleza sacan de las personas menos esperadas fragmentos generosos de bondad.
Al observar la película, resulta sorprendente corroborar cómo un animal puede conmover al espectador, mucho más que los millones de soldados fallecidos durante el conflicto armado.
En este escenario desolado y oscuro, Joey, y no ninguno de los actores, encarna la imagen del dolor, y desempolva la capacidad humana para sentir compasión.
Aunque posee un enfoque diferente, la cinta se presta, al igual que
Además, el filme ostenta una candidatura a la mejor banda sonora, obra de John Williams, quien también compuso la música de otro de los nominados:
En la producción del filme destaca el uso de más de 100 caballos ,14 de los cuales le dieron vida a Joey.
Un representante de la American Humane Association supervisó cada una de las horas del rodaje. Así se aseguraron de que ningún animal fuera lastimado durante la producción.