El compromiso con los ciudadanos fue dar un 1% del presupuesto del Gobierno Central al sector cultural. Aunque se incumplió, la Administración Arias aumentó la cantidad de fondos disponibles para cultura en relación con el Gobierno anterior: mientras en el 2006 el presupuesto para el Ministerio de Cultura fue 0,33% del gasto general, ese rubro aumentó hasta 0,63% en el presupuesto del presente año.
Con ese aumento y un seguimiento casi militar de las metas enunciadas en el Plan Nacional de Desarrollo, María Elena Carballo logró sacar adelante –a pesar de las críticas y renuncias que acompañaron su gestión– distintos proyectos en ámbitos como la música, las artes plásticas y el patrimonio.
A pocos días de dejar su puesto de ministra de Cultura y Juventud, Carballo numeró lo que considera los mayores logros y carencias de su gestión.
“Convertimos el Ministerio de Cultura en un ministerio nacional, con actividad en 71% de los cantones”, destacó.
Carballo también resaltó la creación del Sistema de Educación Musical (Sinem, con 32 escuelas en tres años) y la entrega de dinero público para la producción artística privada mediante programas como Proartes, otra de sus grandes banderas.
“Proartes es una manera de fortalecer el sector independiente y de invertir el dinero de cultura eficientemente, generando más actividad cultural y artística sin generar más crecimiento del Estado”, explicó en entrevista con La Nación.
El rescate de sitios patrimoniales como La Aduana, el Teatro Melico Salazar, la Biblioteca Nacional y los museos Nacional, de Arte Costarricense y Juan Santamaría también los resaltó como parte de su gestión. “Agregamos 34.000 m² al espacio dedicado al arte y la cultura”, añadió.
Todo esto lo corona con la creación de varios sitios web que pusieron en línea periódicos históricos, sitios arqueológicos e información sobre las plantas costarricenses.
El Incae (la escuela de negocios donde estudió Carballo) me enseñó a negociar y a persuadir desde la perspectiva de la otra persona.
”Si uno tiene un lenguaje muy concretado en las bellas artes, no está hablando el lenguaje del Ministerio de Hacienda.
”Si usted lleva un estudio que muestra que por cada niño del Sinem se benefician cinco personas de la comunidad, otro que demuestra que la gente gana en cohesión social cuando asiste a espectáculos culturales, otro probando que quienes leen y oyen música contribuyen más con la comunidad... así es como usted logra respaldar que la cultura es una inversión y no un gasto.
”Luego, está el compromiso de la administración de ejecutar el presupuesto, que da credibilidad. Nosotros estamos manejando el triple del presupuesto con casi la misma gente que antes y ejecutando el 98% del presupuesto”.
Sí, lamentablemente. Hay muchas leyes presentadas.
Esta ley pasó a la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Asamblea, pero no es... no es...
Ni lo que quería la directora del Sinabi, Margarita Rojas. Hay cosas que no tienen razón de ser.
Como decir que el director del Sinabi tiene que ser un bibliotecólogo. Eso no, porque puede ser un intelectual, un escritor, un informático. No se puede asignar profesión al director del Sinabi.
La ley del Sinem salió de la Comisión Asuntos Sociales con dictamen positivo. También está la ley de la Fundación La Aduana.
Sí, porque así como estamos nosotros prácticamente prestamos La Aduana. No se puede cobrar y eso sería un ingreso extraordinario para el Ministerio. La mejor manera de hacerlo es una fundación controlada por la Contraloría General de la República, como debe ser.
”También está en trámite la reforma a la Ley del Centro Nacional de la Música para poder nombrar un director de orquesta de la Orquesta Sinfónica Nacional en términos del mercado mundial, no en los del mercado nacional.
”Además, la Ley Marco del Patrimonio anda por ahí y la ley del parque de La Libertad está presentada. Todo eso queda”.
En los primeros meses sacamos el Estatuto del Artista, que venía de la Administración anterior. Creo que por las características de la discusión en la Asamblea se concentraron alrededor de las discrepancias y no de las coincidencias.
Queda el parque de La Libertad, pero queda con ¢5.000 millones, queda para hacerse.
”Este año vamos por 32 escuelas del Sinem y la meta eran 47. Eso queda pendiente”.
Hay miles de cosas que haría diferente porque esto es un proceso de aprendizaje. Creo que habría presionado mucho más para que pasaran las leyes. El asunto es que siempre hay prioridades y la casa había que ordenarla y conocerla muy bien. Todo se podría haber hecho mejor porque hay una curva de aprendizaje. Habría hecho todo más rápido y mejor, pero eso no se puede sin la curva de aprendizaje.