Algo más que una leyenda urbana. Así califican los responsables del Museo Histórico Cultural Juan Santamaría la historia de que muchos objetos relacionados con la Campaña Nacional están en manos de alajuelenses que los tomaron mientras estuvo abierto el primer centro de este tipo.
Según explicaron Juan Madrigal, director del Museo, y Antonio Vargas, museógrafo, este primer museo funcionó entre los años de 1930 y 1950 en la sede del Instituto de Alajuela.
“La gente donó cientos de objetos, pero no había conocimiento para preservarlos correctamente”, explicó Madrigal.
Según indican, era común que los visitantes del Museo tocaran los objetos y que incluso jugaran con ellos.
“Por eso no es raro pensar que algunas personas terminaran llevándose parte de los objetos de exposición”, añadió Vargas.
Esta situación finalizó cuando el historiador Carlos Meléndez Chaverri realizó un inventario de los objetos y lo remitió al Museo Nacional, donde fueron colocados en la Sala de Historia Republicana, según explicaron.
“Al crearse por ley el nuevo Museo Juan Santamaría, a comienzos de la década de 1980, algunos de esos objetos se trasladaron a aquí, pero la leyenda urbana indica que muchos quedaron en manos de alajuelenses”, señaló Madrigal.
“Otro joven donó unas balas que se encontró en su casa. No estamos admitiendo simples cosas viejas, lo que estamos haciendo es valorar qué historia tienen, qué relación pudieron tener con la Campaña Nacional y si pueden ingresar a la colección del museo”, dijo.De acuerdo con Madrigal, el Museo no tiene ningún interés en solicitar ningún objeto a ninguna persona.
“Aunque por ley todo objeto relacionado con la Campaña Nacional debería estar aquí –con excepción de lo que se encuentra en la Hacienda Santa Rosa o en el Archivo Nacional– preferimos que lleguen por voluntad de sus poseedores”, dijo Madrigal.