En el mismo periodo, los costos del tratamiento hospitalario de los recién nacidos afectados por el síndrome neonatal de abstinencia (SNA) han subido un 35%, de un promedio de $39.400 a $53.400.
Según los investigadores, encabezados por Stephen Patrick, de la División de Medicina Neonatal y Perinatal de la Universidad de Míchigan (UM), hacia el 2009 el número calculado de criaturas nacidas con el síndrome fue de 13.539, aproximadamente un nacimiento cada hora.
“Recientemente, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) divulgaron un informe que encontró que en la última década las ventas de analgésicos opiáceos como OxyContin y Vicodin se han cuadruplicado” , dijo Patrick.
El investigador señaló que, probablemente, se puede responsabilizar a múltiples factores por el incremento espectacular del uso de analgésicos opiáceos, desde su abuso potencial para el dolor crónico hasta las ventas ilegales de estos compuestos en la calle.
El estudio de la UM mostró que las madres que usaron opiáceos durante el embarazo aumentó cinco veces en la última década.
El síndrome neonatal de abstinencia causa una amplia variedad de síntomas, incluida la irritabilidad intensificada, hipertonia (o tono muscular exacerbado), temblores, intolerancia a la alimentación, espasmos y dificultades respiratorias. Además, los bebés con el síndrome son más propensos a nacer con un peso anormalmente bajo.
“A menudo uno puede estar en el pasillo y ya sabe cuáles son los bebés que experimentan la privación. Son irritables. Sus llantos son diferentes y se les nota que están incómodos” , dijo Patrick.
En Florida, donde las muertes por abuso de analgésicos opiáceos son cuatro veces más comunes que el número de muertes por drogas ilícitas, el número de recién nacidos a quienes se les diagnosticó SNA, ha aumentado cinco veces en los últimos seis años.
“Dado que los recién nacidos con el síndrome neonatal de abstinencia experimentan hospitalizaciones iniciales más prolongadas, a menudo médicamente complejas y costosas, este estudio enfatiza la necesidad de aumentar las medidas de salud pública que reduzcan el número de bebés expuestos a los compuestos opiáceos”, señaló Matthew M. Davis, de la Escuela de Medicina de la UM.