Las formas escultóricas no surgen de los árboles de mango que siguen tan campantes sombreando en el aire cálido del Parque de Alajuela, pero sí de otros troncos de maderas duras, a pulso de la imaginación y esfuerzo de 19 escultores de diversas nacionalidades.
Así de distintas son también las correspondientes 19 esculturas que han ido naciendo a vista y complacencia de los paseantes, en el Primer Simposio Internacional de Escultura en Madera. Este se realiza en el Parque de Alajuela desde la semana pasada y hasta el domingo, a iniciativa de los escultores costarricenses Edgar y Franklin Zúñiga y con el apoyo de varios patrocinadores.
Los artistas proceden de lugares del planeta tan distantes como Siria, Estonia, Bulgaria, Italia, España, Brasil, Chile, Argentina, Francia, Canadá, México, Venezuela, Cuba, Paraguay, Honduras, y entre ellos hay tres mujeres que no se amilanan frente al tronco para arrancarle la idea de su obra.
El quehacer concentrado, el ruido de las motosierras, y sobre todo las formas enigmáticas que van surgiendo de la madera, atraen continuamente a los viandantes del Parque Central de Alajuela.
"La relación con el público es muy gratificante; hay un diálogo muy bonito y es enriquecedor para el proceso creativo", expresa el escultor brasileño Irineu García, quien ha participado en eventos similares en varios puntos del globo.
La clausura del simposio será el próximo sábado; las esculturas se exhibirán en el parque hasta el domingo y luego en el Museo Histórico Juan Santamaría durante 22 días.