No es solo una exposición de arte contemporáneo; tampoco es una subasta, ni una feria. Tiene de todo un poco, pero en principio busca promover la creación artística con un nivel profesional y recaudar fondos para financiar la obra de Hogar Siembra. Desde su primera edición, en el 2003, Valoarte se ha diseñado como un proyecto cultural con un formato heterogéneo que involucra a todos los posibles “actores” en el escenario artístico: creadores, estudiantes, coleccionistas, galerías, museos, instituciones culturales estudiantes y empresa privada.
El modelo, asegura la directora de Valoarte, Karen Clachar, ha sido exitoso; sin embargo, debido a la complicada logística que significa, a partir del 2014 se realizará cada dos años, como una bienal.
Para Jacob Karpio, galerista, curador y gestor cultural desde hace 30 años, Valaorte es un proyecto único en Centroamérica y de gran potencial para promover el arte contemporáneo; sin embargo, necesita afinar algunos detalles.
“Considero que debe haber mayor rigurosidad a la hora de invitar artistas pues nos topamos con grandes maestros que se han forjado una trayectoria sólida y exitosa a punta de esfuerzo y a la par de ellos ubican a otros que se llaman a sí mismos artistas, pero en realidad sus propuestas no son obras de arte, sino meros productos para satisfacer un mercado”, dijo Karpio. Según el galerista, en el guión los participantes están mezclados y no es posible diferenciar entre la trayectoria de los artistas. “No es desmerecer el arte emergente pues hay artistas nuevos de gran calidad, pero creo que Valoarte se puede dar el lujo de filtrar la selección” .