A dos semanas de asumir las riendas del Ministerio de Cultura, Manuel Obregón lidia con su primer revés: no ha logrado elegir a los directores del Centro Nacional de la Música y del Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem).
Obregón pretendía poner a Guillermo Madriz como director del Centro y a Marvin Araya como máxima autoridad del Sistema Nacional de Educación Musical.
No obstante, la decisión, que no tendría que llevarle más que un par de reuniones con la junta directiva, se complicó pues tres de los directivos decidieron no renunciar a su cargo y, con esto, no logró continuar el proceso.
Los problemas han llegado a tal punto que Araya renunció a la idea de dirigir el Sinem y el Ministro enfrenta una campaña en su contra en el sistema musical.
Lo lamento mucho. Creo que es una pérdida enorme para la cultura nacional. Estamos valorando otro nombre que es el de Miguel Peña, director de la escuela del Sinem de Desamparados.
Hay una presión interna desde el sector de los músicos. Como es lógico, siempre hay grupos que apoyan a Ricardo Vargas (exdirector del Sinem) y otros, a nuestro candidato.
“No es una presión nueva, viene de hace mucho tiempo. Lo que se va a dar es un cambio en la manera de manejar la cultura. El hecho de que los artistas lleguemos a una posición donde podamos generar un cambio puede provocar malestar en los sectores más conservadores. Creo que, más que presión, lo que se está dando es una puja de intereses y poder”.
No es justo que los niños que están allí estudiando y que están trabajando se manifiesten en contra nuestra y manipulando información, que no tiene ningún sustento real. El argumento es que las personas que nosotros proponemos están en contra del sistema que ellos quieren seguir. Lo que deben tener en cuenta es que el Sistema Nacional de Educación Musical, del Ministerio de Cultura, es una institución que pertenece a todos los costarricenses, no a un grupo.
A Ricardo Vargas. Creo que debería aceptar que hay un cambio, que él se retira y no articular a todo mundo en contra nuestra. Esto no es un secreto. Está manipulando en las redes sociales y todo mundo sabe que hay una manipulación de un sector de profesores.
Conozco a fondo el Sistema Nacional de Educación Musical. Además, conozco la inspiración del sistema, que es el de Venezuela, así como su vocación social.
“Las críticas que pueden venirnos es después, cuando terminemos, dentro de cuatro años. Lo único que estamos pidiendo es que nos dejen trabajar y fortalecer lo que podamos dentro de la cultura”.
Esto no tiene que ver con gobiernos, tiene que ver más con enfoques culturales. Lo que sí es cierto es que antes estaba la forma de ver la cultura de la anterior Ministra y ahora está la que yo traigo.
Fueron a los únicos que hubo que pedirles la renuncia porque fueron los únicos que no renunciaron. Todas las demás juntas directivas renunciaron.
No es mala fe, pero sí hay un interés en estar más tiempo de la cuenta y creo que es importante dejar espacios y más en este caso, que estamos haciendo una propuesta diferente. Ellos son parte de un grupo de confianza de la anterior Ministra y es lógico que ahora dejen espacios a mi grupo de confianza.
No sé si hay un antecedente de un ministro que se haya reunido con tanta gente o haya estado más abierto al diálogo que este caso.
“En el caso de esta gente, por supuesto que sí. Es gente que no conocía y el procedimiento normal es pedirle la renuncia. Es lógico que se quejen de que no hubo diálogo, pero es que en este caso no procedía”.
Espero que el resto de los días no sean como estos, pero, por otro lado, sabíamos que los primeros meses iban a ser movidos porque estamos apostando por una generación de músicos pensantes.
No la voy a dejar (sonríe).