El Cairo. Las milenarias tumbas faraónicas, que han conservado hasta hoy sus vivos colores, cierran las puertas a los turistas para evitar su deterioro por las continuas visitas, con lo que en el futuro solo se podrán contemplar sus réplicas.
“Estas tumbas se destruirán totalmente dentro de 200 años debido a la respiración de los turistas”, advirtió el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Zahi Hawas.
Así, Hawas explica el motivo de la decisión de cerrar definitivamente algunas tumbas reales en la ciudad de Luxor, a unos 700 kilómetros al sur de El Cairo.
“La única manera de proteger estas antigüedades es cerrarlas y hacer réplicas de ellas que podrán visitar los turistas” , dijo Hawas, cuyo departamento controla las antigüedades del país.
La famosa tumba de Tutankamón (1361-1352 a. C.), descubierta en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter en el valle de los Reyes en Luxor y conocida por ser la única hallada intacta, será una de las que dentro de poco cerrará sus puertas a los visitantes.
Tampoco escapan las tumbas de Seti I, padre de Ramsés II, que reinó entre 1314 y 1304 a. C., en el valle de los Reyes, y de la reina Nefertari, esposa de Ramsés II, en el valle de las Reinas. De hecho, ambas ya están cerradas.
“Hemos elegido estas tres tumbas porque no podrán repetirse nunca”, destacó Hawas, quien agregó que estos cierres son solo el comienzo del proyecto.
Mediante el uso de los rayos láser, expertos empezaron a sacar imágenes de los detalles, dibujos y escrituras que decoran los muros de las tres tumbas para repetirlos en réplicas, que construirán en el mismo valle de los Reyes, en la orilla occidental del Nilo.
Solo especialistas en arqueología podrán visitar las tumbas originales, después de pagar entradas carísimas, según Hawas.