El exdiplomático costarricense Leonardo Augustus Patterson fue acusado en España por contrabando de bienes arqueológicos, delito por el cual se pide contra él dos años de cárcel y el pago de una multa de 60 millones de euros (más de $75 millones).
Según la acusación presentada el 18 de junio por el fiscal Antonio Roma Valdés ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Santiago de Compostela –y de la cual La Nación tiene copia–, Patterson sacó ilegalmente de España cientos de objetos arqueológicos.
En la lista de las piezas figuran 398 objetos que la Fiscalía califica de origen costarricense y valúa en más de un millón y medio de euros.
La Nación intentó obtener declaraciones de Patterson sobre este tema, pero su abogado en Costa Rica no devolvió los mensajes.
“Todos esos objetos los obtuve en Europa. Yo no trafico ilegamente” con obras de arte, había afirmado Patterson en una entrevista con la agencia AP en octubre del 2008.
Los objetos procedían de la ciudad alemana de Múnich (donde Patterson tiene uno de sus domicilios) y el traslado se realizó con un “permiso de importación temporal con una vigencia de seis meses”.
Entre el 23 de noviembre de 1996 y el 28 de febrero de 1997, Patterson los expuso bajo el título El espíritu de la América prehispánica en el auditorio de Galicia, en Santiago de Compostela.
Luego, entre el 3 y 7 de marzo de 1997, presentó las piezas en la iglesia de Santo Domingo de Bonaval y entre el 19 de junio y el 30 de noviembre de ese mismo año hizo lo mismo en el pazo de Fonseca (casa solariega gallega) .
Tras esa última exposición, la colección fue depositada en los bajos de un inmueble propiedad de la empresa Mudanzas Boquete, en Santiago de Compostela.
El 4 de marzo de 2008, dice la fiscalía, Patterson “impartió órdenes para sacar la colección del local en donde llevaba más de 10 años y expedirla con dirección a Munich”.
“Para dictar esas órdenes, el acusado tenía conocimiento de la necesidad de obtener permiso de exportación del Ministerio de Cultura y omitió voluntariamente su solicitud”, se lee en la acusación.
Ahora, el fiscal pide para Patterson dos años de cárcel y el pago de una multa de 60 millones de euros.
Además, solicita que el juzgado de instrucción que lleva el caso le ordene entregar las piezas, que se encuentran en la actualidad bajo resguardo de la Policía de Munich.
La Nación intentó hablar sobre este tema con el fiscal Roma, pero al cierre de edición no fue posible.
Países como Costa Rica, México, Guatemala y Perú han realizado ante Alemania, sin ningún éxito, gestiones legales para que los objetos de esta colección que están en territorio teutón sean regresados a sus respectivos países.
También se han reclamado algunos objetos de la colección que no salieron de España en el 2008. Perú y Ecuador han logrado la devolución de varias piezas, pero Costa Rica aún gestiona la entrega de dos objetos en manos españolas.