La poesía no sirve para nada. No hace nada. No logra nada. Estas serían tres formas de traducir el famoso verso de W.H. Auden, Poetry makes nothing happen , el cual, desde su publicación en 1939 en vísperas del horror de la Segunda Guerra Mundial, ha resultado ser más una provocación que un hecho convincente.
Menos de tres décadas después de que Auden escribiera eso, la poesía estadounidense se había convertido en una de las artes con más vigencia política en la historia de ese país.
La contracultura hippie había surgido en gran medida del movimiento Beat de esos años, y la poesía de este movimiento fue determinante para las letras de folk y rock de la época.
La poesía nacionalista negra que surgió al lado del movimiento de derechos civiles había logrado incorporar en la poesía los giros idiomáticos de la población de color y tendía lazos inquebrantables entre el jazz y el hip-hop .
El lenguaje directo y politizado se infiltró incluso en los poemas de autores blancos que protestaban contra la guerra de Vietnam, y las excursiones por mitos y religiones no-occidentales por parte de los autores negros permitió el surgimiento de la etno-poesía, la cual resucitó, entre otras cosas, el legado indígena norteamericano.
Finalmente, autoras como Adrienne Rich, Muriel Rukeyser y Gwendolyn Brooks les permitieron a las mujeres posicionarse como voces ineludibles en la cultura literaria y el activismo político.
Bien decía el traductor argentino Marcelo Cohen que “nadie que piense con frecuencia y alguna profundidad en el lenguaje puede no desembocar en la política, o cambiar su manera habitual de pensarla”.
Rita Dove, nacida en Akron, Ohio, en 1952, ha pasado su vida inmersa en una fuerte tradición poética donde la vida cotidiana se cuela por los resquicios de la Historia y la Política con mayúscula, como un escape de gas que entra en contacto con la chispa del idioma.
No en balde fue la primera mujer afrodescendiente en ser nombrada Poeta Laureada por la Biblioteca del Congreso en Washington DC.
Parte del éxito de su poesía se debe quizá al hecho de que la formidable inteligencia lingüística de la autora nunca se ha resquebrajado en áridos juegos experimentales, sino que le han dado textura y sabor a versos que son, antes que otra cosa, eminentemente narrativos, moviéndose entre imágenes inesperadas y una amplia variedad de voces: “En un país muy, muy lejano donde los hombres son hombres / y las mujeres el sol y el cielo / se pasea el rey de la nieve…”
Un recorrido por sus libros
Inicialmente, esas narraciones eran de índole personal. La voz que habla en The Yellow House on the Corner , de 1980, es la de una niña devoradora de libros, como se puede ver en ese ambiente de hadas de los versos citados.
Pero incluso ese poemario registra un regreso a la casa de la infancia para encontrar una historia mucho más amplia y antigua, cuyas voces Rita Dove no ha dejado nunca de registrar en sus poemas: “Varado de este modo en medio de la nación, / giro al este, siguiendo los ríos. / Mi corazón, tímido mulato, vaga hacia / los contornos salinos de la piedra y la arena / que se alargan frente a mí hacia lo oscuro” ( Wake ).
En su siguiente poemario, Museum , de 1983, Dove combinó una serie de viñetas familiares con retratos indirectos de figuras históricas (Catalina de Siena, Boccaccio, Hölderlin) y viajes al extranjero, que no son otra cosa que el viaje personal de la autora por una cultura (la occidental) de la cual es presa y partícipe, como el esclavo Augusto en los versos de Wake .
La música, las matemáticas, los libros y –una vez más– los recuerdos familiares son el lugar donde esas artes se convierten en relato personal con su siguiente libro, Grace Notes , de 1989, un título que en la jerga musical significa “floritura”.
En estos poemas, la cultura africana se convierte en el florilegio, en el adorno sutil, de una nación joven como Estados Unidos: “En el principio fue el oscuro / gemido y chirrido, una manivela / en movimiento. Más espeso / entonces, olor a lila, / olor a tomillo; cabellos ligeros / en un brazo bañado en sudor. / Íbamos cayendo por / el río, descenso / carnal y deshielo de sombra. / Estábamos de pie sobre la cubierta / del Nuevo Mundo, antes que los mapas: / tibio decomiso de una brisa / y el espíritu soplaba antes de irse…” ( Mississippi ).
Los aspectos embellecedores de la cultura africana en Occidente son los temas que recogen los libros American Smooth , del 2004, donde la gracia verbal de Dove se conjuga perfectamente con los movimientos del baile de estilo libre al que se refiere el título, y sobre todo Sonata Mulattica , del 2009, quizá la obra más ambiciosa y desigual de la autora, sobre el virtuoso violinista mulato George Bridgetower, a quien Beethoven le dedicó una composición, solo para retirar la dedicatoria años después por desencuentros personales.
Abuelos e historia
No obstante, el libro donde mejor se revela la historia como música interior es Thomas and Beulah , de 1986, con el que Dove ganó el Premio Pulitzer. Los poemas son breves monólogos y narraciones corales donde la historia de los abuelos maternos de Dove se confunden con episodios de la historia estadounidense del último siglo: la liberación de los esclavos y las migraciones hacia el Norte que llevaron a sus abuelos hasta Ohio, donde se conocieron; el primer auto que compraron juntos y luego debieron empeñar durante los años de la recesión; la épica de los trabajadores industriales durante los años de la Segunda Guerra Mundial.
Los versos que Beulah, ya ciega y anciana, le dedica a la memoria de su esposo Thomas, el galante mandolinista del río, son una de las declaraciones de amor más sinceras y conmovedoras que ha producido la poesía en inglés: “Ella le dice, escuchá, lo pasamos bien / aunque nunca lo creímos” ( Company ).
Mother Love , de 1995, es un paso de antorcha tribal entre abuelas, madres e hijas, narrado en sonetos y canciones de estructura libre a partir del mito de Demetrio y Perséfone.
Auden entendió bien la insidiosa naturaleza de la poesía cuando escribía, a renglón seguido de su dictum , que “(la poesía) sobrevive / en el valle de su decir (…) / fluye al Sur / por prados de soledad y ajetreados pesares, / crudos pueblos en los que creemos y morimos; sobrevive, / una forma de ocurrir, una desagüe”.
Por casi cuatro décadas, Rita Dove ha navegado en sus poemas por las turbias aguas de su historia, su identidad y su piel, y con ese periplo ha logrado mantener viva la visión profética de un pueblo que tuvo que aprender su historia en los regazos de los abuelos y en sus interacciones en la calle, para que los libros de páginas blancas no se cierren nunca y nos hagan olvidar la tinta negra de la vida que guardan.
Actividades en la Feria del Libro
1. Seminario de literatura afrodescendiente con la participación de Rita Dove (EE. UU.) y Quince Duncan (Costa Rica). Viernes 1.° de setiembre, de 9 a. m a 4 p. m. en el auditorio del Museo Calderón Guardia (barrio Escalante).
2. Recital de poesía con Rita Dove (EE. UU.). Sábado 2 de setiembre, a las 5 p. m., en el primer piso de la Casa del Cuño (contiguo a la Antigua Aduana).