Reloj de la Basílica de los Ángeles volverá a ser puntual

Este es un señor que tiene cerca de 75 años de edad y está bastante entero, aunque muy descuidado. El paso del tiempo y la falta de mantenimiento lo han vuelto despistado e impuntual, a pesar de que su trabajo es marcar la hora exacta.

El reloj de péndulo ubicado en el campanario de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago, ha sufrido un deterioro mecánico que genera errores en su funcionamiento, los cuales se ven y se oyen.

“El número de campanadas no corresponde con la hora que se lee en las carátulas y esas carátulas, a su vez, presentan diferencias de minutos entre ellas”, explicó el ingeniero mecánico Fernando Rojas, quien trabaja en la reparación y restauración del reloj.

Como hijo de relojero, Rojas ha estudiado durante toda su vida cada detalle de los relojes de péndulo –como el de la Basílica– e incluso tiene uno idéntico en su casa. “Estos aparatos son muy exactos y se ve muy raro que el reloj marque las 11 y suenen 9 campanadas, peor aún cuando la gente ve hacia arriba y nota que las horas en cada una de las carátulas son distintas”, dijo el ingeniero.

Su objetivo es que para la romería del próximo 2 de agosto los miles de fieles que visitan a la Virgen de los Ángeles puedan encontrar un reloj que da la hora exacta.

Un viejito trabajador. Según explicó Rojas, el de la Basílica es un reloj de péndulo parecido a los que existen en campanarios y torres famosas como el Big Ben en Londres. “Es una máquina de hierro y bronce que funciona gracias a un mecanismo complejo en donde los elementos principales son un péndulo, una rueda de escape y un ancla. Los tres funcionan juntos para generar el tictac del reloj, que es como el corazón de esta máquina”, detalló.

En términos generales, el sistema se divide en dos grandes conjuntos mecánicos: uno que controla la marcha del reloj (el tictac) y otro las campanadas.

Cada uno de eso mecanismos –agregó el ingeniero– funciona como la caja de cambios de un automóvil. De este modo, un cilindro llamado “tambor” es el equivalente a la marcha primera de un carro, es decir, genera mucha fuerza y poca velocidad. Al otro extremo se ubica la rueda de cambio, que sería la marcha cuarta, es decir, mucha velocidad y poca fuerza.

Tras evaluar el estado del reloj, Rojas determinó que es necesario ajustar las partes para asegurarse de que marque la hora correcta y que las campanadas correspondan a esa hora.

También hay que limpiar y remover restos de pintura vieja que afean la apariencia original. Las sustituciones del caso se harán con piezas originales.