Sonriente, relajada y natural. Esa es la imagen de la duquesa Catalina de Cambridge que el artista Paul Emsley inmortalizó en el primer retrato oficial de la esposa del príncipe Guillermo.
La obra se presentó ayer por primera vez en la Galería Nacional del Retrato de Londres, donde se mantendrá hasta el 1.° de setiembre .
Emsley declaró a BBC News que luego de reunirse en dos ocasiones con su alteza real, ella le manifestó su interés de ser retratada como Catalina, la persona por encima de la duquesa. Por esa brazón, el artista prefirió retratarla con una sonrisa, “tal como ella es” .
Emsley definió la imagen de Catalina tras capas de óleo y barniz sobre tela, en una obra que mide 1,152 cm de alto por 965 de ancho. Al artista le tomó tres meses y medio finalizar la pintura.
A la duquesa de Cambridge parece gustarle su primer retrato oficial, pero a muchos críticos no.
“Es una gran, gran oportunidad desperdiciada. Lo mejor que se puede decir al respecto es que ella no se ve así en realidad” , dijo el editor del British Art Journal Robin Simon. Él aseguró que “la nariz de Kate era demasiado grande”.
Y agregó: “Ella transmite una sensación de alegría por la vida, pero este retrato es muerte, muerte”.
Según la reportera de artes del diario The Guardian Charlotte Higgins, “el retrato tiene una tristeza sepulcral”. “ Kate Middleton es –sin importar lo que uno piense sobre la monarquía y toda la pompa superficial que la rodea–, una linda joven con una sonrisa contagiosa y en plena flor de la belleza. ¿Cómo lograron transformarla en algo desagradable como salido de la serie de películas de Crepúsculo ? ”