Sus versos son un cántico al amor, al mar, al sol, al árbol, a las flores, a la aves, a la vida y a la muerte... Rubén Darío (1867-1916) le regaló a la Humanidad una colección de bellos poemas que aún resuenan gustosamente en nuestros oídos.
“Los poemas de Darío son como hierros candentes que llevo en mi cabeza desde que estaba en la escuela. Esta selección de poemas no es académica. Se rige más bien por criterios íntimos e intuitivos. Todos los poemas que están en este libro son bellos, pero hay otros muy bellos también que quedaron por fuera”, explicó Bolaños.
El periodista incluyó varios poemas que él mismo recitaba en veladas escolares como “Los motivos del lobo“, “A Margarita Debayle” “Sonatina” y “Caupolicán”.
“Otros poemas los seleccioné por su capacidad de retratar a Darío el artista, en sus angustias y paisajes como “Canción de otoño en primavera” o “ Lo fatal”, declaró .
Bolaños destacó la vigencia en los textos de Darío. “La lengua castellana estaba acartonada y pastosa. El infundió su aire fresco y vibrante y la hizo entrar en la modernidad”, opinó el periodista.
El ilustrador Adián González trasladó la música en los versos de Darío a coloridas imágenes. “En mi Cuba natal nos leían y leíamos a Rubén Darío. No era un extraño para mí, pero fue un desafío ilustrar la selección hecha por Gerardo Bolaños porque hay mucha riqueza lírica en cada uno de los poemas”, dijo el artista, radicado en Costa Rica.
El libro además contiene un prólogo del escritor nicaraguense Sergio Ramírez, quien aclara que no se trata de una antología infantil. “Rubén Darío no escribió poemas infantiles, sino poemas que en su luminosidad etérea y en su textura de seda tocan todas las almas”.
El libro está a la venta en la Librería Universitaria de la Universidad de Costa Rica (Tel. 2511-5858 ) y en la Escuela Europea en San Pablo de Heredia (Tel. 2261-0717)