A partir de setiembre, los miles de transeúntes que caminan de noche por la plaza de la Cultura harán sus recorridos con una iluminación de buena calidad.
Este emblemático espacio en el centro de San José será sometido a un rediseño del sistema de iluminación para garantizar mayor seguridad a los transeúntes y realzar sus atributos arquitectónicos.
El proyecto será desarrollado por el Banco Central, entidad propietaria y administradora del conjunto arquitectónico al que pertenecen la plaza de la Cultura y el edificio que aloja los museos.
El nuevo “traje de luces” de la Plaza consta de 11 nuevos reflectores que sustituirán los 34 actuales y que ofrecerán una mejor calidad de iluminación
“El nuevo sistema fue diseñado tomando en cuenta los recorridos peatonales más comunes en el área de la Plaza y los principales espacios de concentración de público. El objetivo es que las personas puedan caminar con mayor seguridad, gracias a una buena iluminación”, explicó el arquitecto Rafael Marín, director del proyecto.
Cada uno de los 11 reflectores consiste en una columna de 8 metros de altura que sostiene dos lámparas colocadas a diferentes niveles y en direcciones opuestas.
“La tecnología de estos reflectores permite emitir un tipo de luz más blanca y más potente, pero sin llegar a encandilar. Además, la luz se proyecta de una forma focalizada, sin diluirse o dispersarse como ocurre actualmente”, dijo Marín.
Según el arquitecto, la distribución de los 11 reflectores está pensada para realzar los principales ejes de tránsito de personas: de este a oeste y de noroeste a sureste.
Otra de las ventajas del nuevo diseño es el ahorro en el consumo energético, que será de $6.000 al año. Por su parte, la Compañía Nacional de Fuerza y Luz se encargará de las obras de canalización; es decir, la colocación y distribución de los tubos con los cables de alimentación eléctrica.