Cot, Oreamuno. Don Beto Gallo, el rezador del pueblo, la solidaria doña Layita y don Miguel Vieva, un poco despistado pero muy trabajador, son tres personajes que dejaron una profunda huella en la comunidad de Cot de Oreamuno, Cartago, y este fin de semana “cobraron vida” en una mascarada.
Jorge Pérez Rivera, vecino de ese distrito, no quería que estos entrañables coterráneos quedaran en el olvido, especialmente entre las nuevas generaciones, y decidió rendirles un simpático homenaje con máscaras que retrataran sus rostros.
Las piezas fueron confeccionadas por el mascarero Johnny Ramírez a partir de retratos antiguos que le proporcionó Pérez.
Los “gemelos” de don Beto, doña Layita y Vieva debutaron en una mascarada ayer, sábado, a las 2 p. m., en el centro comunal del Cot. La mascarada es parte de los festejos que celebran este fin de semana los lugareños en honor al patrono de Cot, San Antonio de Padua. Hoy, domingo, al mediodía, los personajes estarán en las afueras del templo, “saludando” a sus paisanos, y el miércoles 13 de junio serán paseados en un camión abierto, por las calles principales.
Según informó el dirigente comunal Guillermo Maroto, para continuar con una tradición que data de la colonia entre los vecinos de Cot y Paraíso, hoy a las 10 a. m. los paraiseños llegarán con sus productos al templo de la comunidad y llevarán, además, una imagen de a la Virgen de Ujarrás.
En el centro comunal también habrá exposición de fotografías.
En el corazón de Cot. Jorge Pérez quiso recordar en obras de arte aquellos personajes que, de una u otra forma, marcaron la historia de su pueblo. Uno de ellos fue precisamente don Beto Gallo, su abuelo. “Hasta sus últimos días, era buscado para los rezos del niño, de fallecidos y hasta de cumpleaños. Él me inculcó valores, entre ellos, siempre querer el pueblo donde nacimos”, destacó Pérez, de 38 años.
Otra coteña insigne fue Adelaida Aguilar, conocida como doña Layita. “Era como una samaritana. En su casa había siempre un gallito para el que lo necesitaba”, destacó Pérez. Y, finalmente, don Miguel Vieva tiene una historia muy particular. “Debido a un problema sentimental fue perdiendo su equilibrio mental, pero siempre fue excelente persona. Se ganaba el sustento llevando cargas de leña a las casas”, recordó Pérez.
En la confección de las máscaras participaron adultos mayores de Cot, quienes pintaron y le dieron los últimos detalles a los moldes diseñados por Johnny Ramírez.