Nueva York. AFP. La nostalgia por el pasado, aunque no fuese precisamente de color rosa, y las pesadillas y temores surgidos durante la experiencia comunista en Europa, que terminó con la caída de la Unión Soviética, son los ejes de una gran exposición de arte moderno en Nueva York.
Más de 50 artistas de 27 países de Europa del Este y las otrora repúblicas soviéticas participan en esta muestra organizada hasta fines de setiembre por el Nuevo Museo de Arte Contemporáneo, situado en el Bowery, en el sur de Manhattan.
La exposición lleva el nombre de “Ostalgia”, una derivación de la palabra alemana ostalgie, que surgió en la década de 1990 para describir un sentimiento de pertenencia y de nostalgia por el período anterior al colapso del bloque comunista.
“Combinando confesiones privadas y traumas colectivos, la muestra traza un paisaje psicológico en el cual los individuos y las sociedades enteras deben negociar nuevas relaciones con la historia, la geografía y la ideología”, explican los organizadores al presentar la exposición.
Las obras son de todo tipo –video, escultura, fotografía, pintura, instalación– y la muestra, divida en cuatro pisos, incluye un espacio dedicado exclusivamente a contar la historia desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la disolución de la URSS en diciembre de 1991.
Una de las obras representativas del sentimiento que perdura tras la aventura comunista es Tres hombres de capacidad, una escultura del alemán Thomas Schutte (1954, Oldenburg) que muestra tres personajes sombríos, de rostro desfigurado y cuerpo formado por varas de acero. Según el artista, estos tres seres son una “representación de los persistentes fantasmas del pasado” que “en vez de desvanecerse o reducirse parecen haberse vuelto más grandes y más poderosos”.
“Ostalgia” también incluye una filmación sobre el desmantelamiento de estatuas de Lenin, collages con figuras e imágenes emblemáticas del comunismo y un diccionario con todas las definiciones borradas y reemplazadas por la palabra pain (dolor).