Nueva York (AP, AFP). - Un griego resultó muy poco hábil en el arte del robo al sustraer una obra del español Salvador Dalí de una galería de Nueva York cuando estaban activadas las cámaras de seguridad y luego tratar de devolverla anónimamente.
Phivos Istavrioglou fue arrestado en el aeropuerto John F.Kennedy de Nueva York luego de analizar serie de pistas que condujeron a la policía a ir tras él.
Cuando Istavrioglou salió el 19 de junio del 2012 de la galería Venus Over Manhattan con la obra C artel de Don Juan Tenorio , no se percató de que las cámaras de vigilancia habían filmado su delito.
La pieza robada es una una pequeña acuarela pintada por el artista surrealista español en 1949 y valorada en $ 150.000 y el hombre la sustrajo haciéndose pasar por un cliente.
Según las autoridades, el ladrón cometió varios errores que condujeron a su captura.
Los investigadores estudiaron de manera detallada el video y cruzaron huellas digitales halladas en la obra con otras en una botella que fue robada en una tienda en comestibles en Manhattan, lo que permitió identificar al autor del hecho.
Istavrioglou, de 29 años y originario de Atenas, se declaró inocente de robo agravado durante una breve audiencia en Manhattan donde un juez le fijó una fianza de $100.000. Su abogado no hizo declaraciones de momento.
“Fue casi surrealista la forma en que se cometió este robo, el ladrón está acusado de poner un valioso dibujo de Salvador Dalí en una bolsa de mercancías a en plena tarde y frente a cámaras de seguridad ” , declaró el fiscal de distrito Cyrus R. Vance Jr.
Poco después de saber que las autoridades habían publicado fotografías de él por todo el mundo, Istavrioglou retiró la obra de su marco, lo enrolló y lo colocó en un tubo de cartón “ como si se tratara de un afiche de dormitorio escolar ” para enviarlo a Nueva York sin remitente, declaró el fiscal Jordon Arnold.
La policía de Nueva York recuperó huellas digitales del paquete que igualaban a las de una botella de jugo, que según ellos robó Istavrioglou de una tienda, lo cual les dio más pistas, dijo la policía. Un investigador que se hizo pasar por el propietario de una galería de arte engañó a Istavrioglou para que regresara a Nueva York ofreciéndole un puesto de trabajo como consultor.
Al hablar con unos detective ese día Istavrioglou dijo que sabía que terminarían por acusarlo del robo, según documentos de la corte.