EscucharNueva York y París (DPA). La pintora y escultora franco- estadounidense Louise Bourgeois, considerada una de las representantes más importantes del arte contemporáneo, murió a los 98 años, según informó este lunes su agente, Wendy Williams.
Según se informó, “había sufrido un infarto de corazón el sábado a la noche y murió hoy por la mañana (local) en el hospital Beth Israel”.
Nacida en París en 1911, su obra fue exhibida en numerosos grandes museos, entre ellos el Museum of Modern Art de Nueva York, el Centre Pompidou de París y la Tate Gallery de Londres. El prestigioso centro de arte contemporáneo Fundación Proa de Buenos Aires tenía previsto inaugurar una gran muestra con la obra de la artista para marzo de 2011. En 1999 obtuvo el León de Oro en la Bienal de Venecia.
Emigró a Nueva York en 1938 por su esposo, Robert Goldwater, un curador del Museum of Modern Art. Si bien inició su carrera con grabados y pinturas, para la década del 40 ya se había centrado en la escultura, siendo una de las principales exponentes de esta disciplina en el siglo XX.
En vida fue considerada una artista de grandes cuestionamientos, como por ejemplo acerca de su papel como hija y luego como esposa, madre y artista. "Tengo miedo a todo, simplemente a todo", dijo alguna vez. Su preocupación por no cumplir con las expectativas de su familia atraviesa toda su obra.
Desde fines de los años 80 realizó instalaciones de fama mundial llamadas "Cells", grandes jaulas de metal cuyo contenido remitía a la infancia de la artista o a su rol de esposa. Es así como en la "Cell Número 7" se podía ver un modelo de la casa de sus padres, una araña de bronce como símbolo de su madre, viejos camisones de niña y una cama en la que hay un objeto atravesado por agujas.
Entre los motivos más tempranos de la escultora se encuentra el cuerpo desnudo femenino con una casa en el lugar de la cabeza. Durante diez años, de 1945 a 1955, Bourgeois, que ya tenía tres hijos, se ocupó de la "Femme Maison", cuyo hogar es a la vez su cárcel.
En sus instalaciones se reflejan las decepciones, el dolor profundo, el odio y la furia. En 2003, bautizó a una serie de cuatro figuras femeninas y dos de niños entre las que no había cercanía "The reticent child". Louise Bourgeois elaboró allí la tristeza por la relación con su hijo menor, Alain, un niño que no pudo corresponder al amor de su madre. "Es difícil ser artista y mantener cerrada la puerta a los sueños", escribió alguna vez la artista, fuertemente influenciada por los surrealistas.
En 1974 presentó su obra "Destruction of the father". Más de 20 años después de la muerte de su padre dominante, la artista le dedicó una cena caníbal bañada por luz roja. Los muñecos de Bourgeois en tamaño real, realizados con retazos de tela, tienen muñones y genitales femeninos sobredimensionados para subrayar el papel de víctima de la mujer, lo que cimentó su fama como artista feminista radical.
