En setiembre, Pierre Le Guennec, un electricista instalado con su esposa en Mouans-Sartoux (sureste de Francia), había tomado contacto con los herederos de Pablo Picasso para obtener certificados de autenticidad para las 271 obras, que dijo había guardado en un garaje durante casi 40 años.
Los herederos de Picasso, sin cuestionar la autenticidad de las obras, presentaron una denuncia por ocultamiento, que desembocó ahora en el inicio de una instrucción judicial por la fiscalía de la localidad francesa de Grasse (sureste).
Pierre Le Guennec afirma que Picasso y su esposa de entonces, Jacqueline, con los cuales habían establecido relaciones estrechas, le regalaron esas obras.
Las obras -collages, dibujos y apuntes- fueron decomisadas a la espera de una decisión de la justicia.