Guadalajara, México. EFE, AFP y AP. La Feria Internacional del Libro (FIL) se inició esta semana con dos homenajes póstumos y muchas novedades.
Las conmemoraciones se realizan en honor del laureado poeta mexicano José Emilio Pacheco y del argentino Adolfo Bioy Casares.
Pacheco fue ensayista, traductor y cuentista y está considerado como uno de los autores más importantes de la literatura mexicana del siglo XX por su vasta obra y su análisis y compromiso con los problemas sociales en México.
Además de la popularidad entre los lectores jóvenes, su obra le valió múltiples premios, entre los que destacan el Fernando Benítez de Periodismo Cultural, en 1995; el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, en el 2009; y el Cervantes, en el 2009.
“Me pregunto qué escribiría ante todo lo que estamos viviendo. Estoy pensando qué escribiría ante lo que estamos padeciendo como mexicanos, ¿cuál es esa voz que nos está haciendo falta?, que es la voz de José Emilio Pacheco” , dijo Marisol Schulz, directora de la feria.
Por su parte y en palabras de Jorge Luis Borges, “Bioy Casares escribió una de las novelas más bellas y estéticas de la literatura de su país: El sueño de los héroes (1954).
”Esta tiene todo para ser considerada la mejor novela argentina. Su tema, la nobleza del coraje como destino, la vuelve, finalmente, la novela borgiana que Borges nunca escribió”, manifestó el escritor argentino Juan Ignacio Boido en el homenaje La invención de Bioy .
Con motivo de su centenario y dentro de las actividades de Argentina, país invitado en esta edición, se organizó una charla sobre el Premio Cervantes de 1990 en la que tres escritores argentinos hablaron sobre su obra.
Otros honores y novedades. En la feria en Guadalajara, también se realizó un homenaje al Premio Nobel Octavio Paz, en el marco de las actividades conmemorativas de su nacimiento.
De él, el periodista mexicano Enrique Krauze habló sobre su faceta política y crítica.
Asimismo, en otra actividad, el escritor británico Ken Follett presentó al público mexicano su más reciente obra El umbral de la eternidad .
Follett explicó que busca la perfección en cada una de sus páginas. Si se siente “perezoso” y escribe algo con lo que no está del todo contento, acaba rompiéndolo al pensar que “van a leerlo diez millones de personas” , contó.
Este libro cierra la trilogía formada por La caída de los gigantes y El invierno del mundo , que tardó en escribir “entre siete y nueve años” con un ritmo intenso.
“Fui absorbido por el trabajo”, declaró el autor, quien explicó que los tres libros están basados en el siglo XX y que en total constan de un millón de palabras.
Después del éxito de Los pilares de la tierra , novela que contribuyó a encumbrarlo entre los más vendidos, Follett se ha centrado en la época en la que “más cambios” se han producido en la historia de la humanidad, en los años vividos por él, sus padres y sus abuelos, el siglo XX y sus diferentes generaciones.